En mi anterior post expuse algunas obras sobre la incidencia e inspiración que tiene o ha tenido el deporte en el entorno artístico, en concreto en la vertiente de la pintura. En esta ocasión quisiera exponer y mostrar la relación existente entre la música y la pintura.
En este caso mi motivación y pasión por la música es muy superior a la que ejerce sobre mi el deporte. No toco ningún instrumento musical (salvo "rasgar" un poco la guitarra), pero sí que siento una gran atracción por la música, la cual me transporta a estados anímicos bien diferenciados según su estilo o su ritmo. Casi siempre trabajo con música de fondo y es evidente que ésta tiene una poderosa influencia sobre la obra y sobre el resultado final; si la música puede alterar y modificar el estado de ánimo es lógico y consecuente que, siendo la pintura una exteriorización visual del alma y de los sentimientos, la obra resultante sea partícipe de esta influencia y por lo tanto sea también diferente su resultado en cuanto a su forma y fondo.
Muchas teorías se han escrito sobre la influencia que ejerce la música sobre la pintura y la relación que existe entre ellas. Algunos artistas visuales han complementado su creación artística con el disfrute de algún instrumento musical: Leonardo Da Vinci tocaba la lira, Goethe fue poeta, novelista, pintor y músico, Henri Matisse, Paul Klee y kandinsky tocaban el violín y Woody Allen (cineasta pero también artista visual) el clarinete.
"De la misma manera que se combinan los sonidos y los ritmos musicales, las formas y los colores deben combinarse según la interpretación de sus relaciones"
" No creáis que el arte abstracto es una clase de música reproducida en colores; cada arte posee sus medios específicos y la traducción precisa de un arte a otro es afortunadamente imposible."
"El color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es la tecla. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana".
"Un cuadro debe estar compuesto como una sinfonía, y debe percibirse como una sinfonía de los sentidos y de los colores"
Obviamente no es necesario que la temática sea musical para que el cuadro sea como una sinfonía musical. Como hemos hablado más arriba en la abstracción no hay un tema reconocible y sin embargo puede ser una obra muy musical, llena de belleza y de fuerza expresiva; a mi juicio una obra figurativa (en este punto difiero de Kandinsky) puede ser tan absoluta como una obra abstracta. Podéis comprobarlo mirando este paisaje del propio Kandinsky lleno de músicalidad y de ricas armonías.
También en 1907 el pintor alemán August Macke, de tendencia expresionista, que sin embargo fue toda su vida pintor figurativo nos explica su punto de vista entre la música y la pintura, refiriéndose a un cuadro abstracto que realizó de forma experimental:“ Toda mi felicidad la busco ahora sólo en los colores puros (...) He intentado componer colores sobre una tabla, sin pensar en objetos como hombres o árboles, parecido a como se hace el bordado. Lo que hace de la música algo tan enigmáticamente bello, tiene también un efecto mágico sobre la pintura. Pero sólo una fuerza sobrehumana es capaz de colocar los colores en un pentagrama como ocurre con las notas. (...) Una sensibilidad infinitamente sutil, puede ordenarlos, sin tener idea de ellos.”
Podéis ver aquí una de mis obras en las que intenté, al igual que Macke, desligarme de los elementos figurativos buscando únicamente el ritmo y la composición de las formas y los colores.
Aquí podéis ver dos de mis obras musicales. Un cuadro sobre los Beatles y un contrabajista en plena actuación. Si queréis ver más pinchar aquí.