Nagalaycía... encuadernando secretos, sueños y pasiones

Publicado el 13 diciembre 2013 por Lou Perez @louretrohw
Sabéis que me encanta descubrir gente creativa: diseñadores, artesanos, ilustradores… me ilusiona ver como hay muchas personas que convierten su inquietud interna en una bonitada externa. Hasta hoy os he intentado traer de todo un poco y me alegra decir que en muchos casos la relación que se estableció de manera bloggera ha generado lazos de amistad.
Si bien es cierto que he entrevistado a firmas que ya están reconocidas, mi objetivo principal es dar un poquito de espacio y de eco a esas luchadoras que se dejan las horas de sueño en arrancar una idea, una empresa, un producto… a las que están empezando y que tienen aún mucho por escalar.
Hoy quiero presentaros a Cristina Gala y a su familia de ayudantes, inversores y pacientes críticos: su familia. Cristina es Nagala y el resto son Compañía.
Bienvenidos a las ecuadernaciones insólitas de Nagalaycía.
Cristina empieza su ajetreo encuadernativo por la noche, es madre de un pequeño y después de acostarle comienza a darle a las tijeras, el pegamento, los productos para tratar plásticos, los hilos y las agujas para dar forma a sus libretas, diarios, agendas y demás pedidos (en general personalizados) que entran a través de amigos, amigos de amigos y ahora desde su blog.
Soy arqueóloga de profesión, pero la maternidad y la crisis me han ayudado a encontrar otro camino. Empecé haciendo un curso de encuadernación en la universidad de Sevilla, una día a la semana. Pensaba no tener que comprar los regalos de Reyes Magos. Así empecé. Cía se amplía con amigos, y después con los amigos de mis amigos hasta que llega la gente que no conozco y dice que le gusta lo que hago y flipo.

Cristina en acción


No hay dos encuadernaciones iguales, cada pedido es diferente, algunas personas son muy explícitas y otras sólo le lanzan la idea o algún detalle sobre el destinatario si es que va a ser un regalo.
Me he encontrado con pedidos complicados: uno para una monja por ejemplo… pero por buscar un tema para una monja y que fuese "algo" insólito, porque me niego a hacer reproducciones de cuadernos "normales", con combinaciones de tela facilonas , ¿dónde estaría lo insólito?. Luego hay proyectos de lo más divertidos como los libros para bebés, diarios de embarazo o los libros de cuentos (para que los papis escriban los cuentos para su niño, pero como a ellos se lo contaron y de su puño y letra).

En Nagalaycía encontrarás mil opciones, Cristina crea cuadernos de hojas lisas, pronto hojas de diferentes tamaños, cuadriculadas y con aire vintage, agendas anuales y escolares. No hay nada que se le escape: todo puede personalizarse, desde cuadernos de viaje, los apuntes de clase, libros de firmas para bodas y comuniones… tienes la opción de incluír una caja de conservación o estuche. Además utiliza diferentes cosidos para cada tipo de pedido.

Su inspiración se alimenta de su memoria, momentos de la infancia: los colores, los juegos y unas ganas enormes de recuperar los recuerdos de cuando era pequeña. Todo esto teñido de influencias artísticas, históricas y de moda.
El enfoque sin pretensiones de Cristina ha sido clave para su éxito en las redes sociales, poco a poco va creciendo, sin prisa pero sin pausa. El blog le sirve de escaparate y a través de facebook y twitter puedes seguir sus pensamientos, proyectos y andanzas.
Varias tiendas le han pedido sus productos pero de momento está desvordada, hasta la fecha puedes encontrar sus encuadernaciones insólitas en Zález y en 1de7, ambos en Sevilla, pero sabes que te puedes poner en contacto con ella via email.

Las Navidades se presentan muy bien para Cristina, un par de mercadillos, más pedidos para las tiendas que acogen sus creaciones y la sana intención de cumplir con familia y amigos que siempre quedan a la cola en la lista de entregas.
Ser emprendedora y mamá a tiempo completo es un reto que está dispuesta a superar. Sueña con poder seguir creando sueños con sus manos, productos artesanales que piden paciencia, para ella y para el destinatario porque las encuadernaciones salen de su taller una a una y requieren tiempo. 
Sus manos y su mente desean una vida slow que sin presiones le permita crear belleza con significado, objetos que se atesoren como algo único, porque lo son y que se disfruten al máximo tanto como ella disfruta inventándolos.

Me confiesa que tiempo libre tiene poco, que recuerda haber disfrutado de dos días libres en su cumpleaños hace un par de meses… aún así se permite y le gusta tener un momento de silencio para desconectar antes de acostarse, recargar las pilas, centrarse en el momento presente y disfrutar de un merecido (y necesario) sueño reparador.

Puedes visitar el blog de Nagalaycía aquí, seguirla en twitter, pinterest y facebook. No pierdas la oportunidad de hacerte con una encuadernación insólita, hecha a mano, pensada sólo para ti y no para el mercado.

y así de bien lo hace...


Gente como Cristina inspira mucho, no crees?
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