Actualmente los cientificos se han enfocado en el uso de nanomedicamentos para el tratamiento contra el cancer. Dentro de esta tendencia, investigadores de Belgica y Mexico se dieron a la tarea de estudiar el comportamiento de farmacos con la inclusion de nanoparticulas de oxido de hierro, las cuales permiten atacar directamente tumores, celulas o tejidos cancerigenos, con el fin de encontrar una alternativa mas segura y eficaz a la radio o quimioterapia. A diferencia de otro tipo de terapias, las nanoparticulas de oxido de hierro poseen una magnetizacion inducible, lo cual les permiten ser dirigidas hacia un tejido especifico y provocar hipertermia (golpe de calor) para eliminar los tumores. Sin embargo, a pesar de sus potenciales beneficios, tambien aportan nuevos retos a la seguridad de la salud del paciente, por lo que deben ser analizadas para garantizar su eficacia y evitar sus posibles efectos adversos. Para no pasar por alto los efectos secundarios que conlleva a la salud el uso de nanoparticulas de oxido de hierro, fueron practicados estudios en celulas in vitro y en modelos animales por un consorcio internacional conformado por Vicente Escamilla Rivera y Omar Lozano, ambos doctores del Centro de Investigacion y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politecnico Nacional, en Mexico, ademas del profesor Stephane Lucas, del Laboratorio de Analisis por Reacciones Nucleares (LARN) de la Universidad de Namur, en Belgica. Se pretende que a traves del uso de nanoparticulas de oxido de hierro los farmacos resulten mas eficientes, sean encapsulados y se evite que el metabolismo del organismo las desvie, para que ataquen directamente a las celulas enfermas y no existan efectos secundarios. Las nanoparticulas magneticas tienen ventajas: se inyectan a la sangre y por medio de un campo magnetico externo, semejante al de un iman, son llevadas hasta el tumor, donde vibra el material y eleva la temperatura del tejido hasta destruir el tejido no deseado, explico el doctor Escamilla Rivera. En los experimentos fueron comparados diferentes tipos de particulas y se expusieron a proteinas y celulas en un escenario real simulado (in vitro y modelos animales) con el fin de evaluar los efectos adversos y detectar que tipo de recubrimiento es mas biocompatible con el organismo. La dificultad de trabajar con nanoparticulas de oxido de hierro es que al inyectarlo al organismo, el sistema inmunologico lo reconoce como amenaza y modifica su eficacia; inhabilita el medicamento o causa estres oxidativo.
Leido en NCyT