Como prometí en la anterior entrada hoy toca postre. Y que mejor postre que uno tradicional, de toda la vida y hecho en casa.
Muchas veces recurrimos a las natillas que vienen preparadas o bien a las que sólo le tenemos que añadir leche para preparar el postre del día, sin embargo nos olvidamos de que preparando este sencillo postre en casa aumentamos su sabor y textura, haciéndolo más sabroso a nuestro paladar.
En esta ocasión pensé en acompañarlas con un poco de compota de manzana, que también tenía envasada, para probar el contraste de sabores. El sabor ácido de la manzana y el dulce de las natillas es una combinación que me gustó mucho, seguro que probaré con otros sabores.
Ingredientes:
Estos ingredientes son para 6 raciones
-1 litro de leche
-La piel de un limón
-1 rama de canela
-8 yemas de huevos (aprox. 135g)
-200 g. de azúcar
-20g. de maizena
-compota de manzana (receta aquí)
-galletas para decorar
Preparación:
Ponemos la leche con la piel del limón y la canela a hervir. Dejamos infusionar unos minutos. Retiramos del fuego y colamos.
Por otro lado mezclamos las yemas con el azúcar y el almidón. Mezclaremos hasta que las yemas empiecen a adquirir un color más blanco.
Agregamos parte de la leche a la crema de yemas para disolver mejor la mezcla. Una vez estén bien integrados todos los ingredientes volcamos el resto de la leche y volvemos a llevarlo al fuego, lo dejamos hervir a temperatura media para que espese.
Cubrimos un poco la superficie de los recipientes en los que vallamos a presentar las natillas, con un poco de compota de manzana y a continuación las natillas. Podemos terminar con bizcochos por encima, con canela o con galletas tanto enteras como trituradas.
¡Buen provecho!