Aun me sigue gustando la navidad, dicen que con el tiempo se pierde esa ilusión, y que siempre vuelve cuando los peques vienen a casa. Sera que en mi yo interior, aun habita una pequeña inquieta a la que le apasionan los paseos navideños bajo las luces, el soniquete de los villancicos en las calles, o la mañana de reyes llena de ilusión. Es por lo que me encantan también, las decoraciones navideñas, las casas, con luces, elegancia y detalles, o como sobre la mesa sacamos todo nuestro estilo para sorprender a nuestros invitados.
A veces, lejos de lo colorista, lo excéntrico, o lo ultimo de lo ultimo, una navidad al natural, puede ser la clave para sorprender y disponer de una decoración de lo mas IT.
Rodearse de complementos en crudo, de ramas, guirnaldas, y un aire boho sin demasiado orden, puede ser la máxima clave para sorprender, que a parte de lo estiloso y diferente, va a resultarte mucho mas atractivo para recoger (porque si… después toca guardar adornos o limpiar la purpurina).
En esta casa tan familiar, natural y perfecta, la navidad se cuela con pinceladas de abeto sobre la mesa, las paredes, o como centro floral decorativo.
Un toque fresco de color, de olor y de volumen, que unido a un espacio lleno de recuerdos y personalidad, consiguen un resultado de 10.
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