El bordado japonés con hilo blanco sobre fondo azul no lo he disfrutado mucho. Como la tela ya trae el dibujo marcado por donde debes bordar con marca blanca, a medida que bordas prácticamente no aprecias el avance y me resultó aburrido. Aun así, es una técnica que me gusta mucho el resultado y que se adapta mucho a mi concepto estético.
Como veis combiné un trocito de tela bordada en sashiko con una preciosa tela japo en azules y rojos. Para asentar costura y acolchar un poco empleé una puntada decorativa de mi nueva máquina de coser.
Ambas caras del neceser son exactamente iguales.
Y el interior lo he forrado en gris con lunaritos blancos. En el neceser he guardado las madejas que hace años compré para un cuadro de punto de cruz tan sólo comenzado. Hace tanto años de aquello que ni siquiera sabía que a un trabajo empezado y no concluido se le denomina un UFO. Algún día, algún día lo terminaré, ¿acaso hay prisa?
Muchas gracias por vuestra compañía.