Es común que la protección de las vacunas disminuya con el tiempo, investigadores y funcionarios de salud han estado monitoreando el desempeño en el mundo real de las vacunas COVID-19 para ver cuánto tiempo dura y los análisis de sangre de laboratorio han sugerido que los anticuerpos, pueden disminuir con el tiempo. Eso no significa que la protección desaparezca, pero podría significar que la protección no es tan fuerte o que el cuerpo podría tardar más en luchar contra una infección.
La variante delta ha complicado la cuestión de cuándo administrar refuerzos porque es mucho más contagiosa y muchos de los datos recopilados sobre el rendimiento de la vacuna son de antes de que la variante delta circulara ampliamente. Delta está despegando al mismo tiempo que la inmunidad a las vacunas también podría estar disminuyendo para las primeras personas vacunadas.
Funcionarios de salud del mundo están recomendando que las personas reciban un refuerzo ocho meses después de recibir su segunda inyección de la vacuna Pfizer o Moderna y están recopilando información sobre la vacuna Johnson & Johnson de una sola dosis, para determinar cuándo recomendar refuerzos. Eso significa que los trabajadores de la salud y otros que fueron los primeros en ser vacunados tendremos que recibir ese refuerzo.
Aún se desconoce si las personas deberían recibir el mismo tipo de vacuna que recibieron cuando se vacunaron por primera vez. Queda en manos de los principales asesores de salud del país buscar evidencia sobre la seguridad de los refuerzos y qué tan bien protegen.