De vez en cuando esta bien alejarte un poco de ti mismo y tratar de ver tu vida como el espectador de una película.
Cuando tomas distancia, normalmente descubres que tu vida es una tragicomedia, ni tan grave como te parece en ocasiones ni tan divertida como crees en otras.
Pero además de poder observar si tu vida es una comedia, un drama una de ciencia ficción o un thriller, también puedes observar si eres el protagonista, el actor secundario o un extra que aparece en un par de escenas.
A priori, todos somos los protagonistas de nuestras vidas, pero en ocasiones no lo sentimos así. Yo, la última vez que me he parado a mirar mi vida como una película, he descubierto que me siento como un actor secundario y me jode no sentirme el protagonista.
Cada vez llevas más cargas en tu mochila
Conforme creces, vas asumiendo cada vez más cargas, que llenan tu mochila y pesan.
Acabo de cumplir los 40 y no se en que momento dejé de soñar como sería mi vida cuando fuera mayor.
Y que conste que, si analizo los sueños y expectativas que tenia con 25 años, hoy en día puedo decir que he conseguido hacerlos realidad casi todos. Y los que no he conseguido estoy en camino de realizarlos.
Crecer, hacerse adulto, implica asumir responsabilidades y, en muchas ocasiones, la responsabilidad genera cargas que pesan más de lo que creías.
Un ejemplo laboral
Además de ser socio fundador de WebPsicólogos, soy director en Castilla la Mancha de una ONG, Fundación Atenea, donde trabajamos con personas en situación de exclusión social.
Empecé a coordinar proyectos en 2006 con 4 educadores a mi cargo y hoy, 13 años después, dirijo un equipo de más de 40 personas. Se que estoy haciendo un buen trabajo y me siento orgulloso de lo que hago, pero, hay días, como hoy, que son duros.
Esta mañana he tenido que despedir por causas económicas a dos trabajadores excelentes.
Despedir a trabajadores es siempre desagradable, pero si es por causas económicas y encima esas personas lo han dado todo en el trabajo y lo hacen de maravilla, es realmente duro.
Porque me siento un actor secundario.
Siguiendo con el ejemplo que acabo de contar, si miro mi vida desde fuera, no soy el protagonista de la historia, sino el actor secundario.
Los protagonistas son la compañera y el compañero que han perdido injustamente su empleo y que sé que lo estarán pasando mal.
Y cuando miro a otros aspectos de mi vida, estoy en una época en la que me está tocando jugar el papel de actor secundario. Y asumo que es lo que me toca y esta bien que sea así.
Sueño con romper la baraja y empezar de nuevo
Y cuando tengo esta sensación de no ser el protagonista de mi vida, surge una vocecilla en mi cabeza que me dice que rompa la baraja, que destruya la vida que tengo y que empiece de nuevo desde cero.
Sin cargas, sin responsabilidades y con la sensación de libertad plena. Pero la verdad es que es lo último que quiero hacer.
Me siento muy orgulloso de todas y cada una de las cargas que llevo en mi mochila, aunque a veces me pesen demasiado.
Me siento un privilegiado en el terreno laboral, donde voy consiguiendo los sueños y objetivos que me planteo.
Me siento un privilegiado a nivel familiar, porque tengo la familia que quiero tener y estoy rodeado de gente maravillosa.
Y me siento privilegiado a nivel de desarrollo personal, donde cada día tengo la oportunidad de seguir desarrollándome en las áreas que me interesa. Y tengo que aceptar que todas y cada una de estas partes que componen mi vida, y de la que estoy muy orgulloso, generan cargas que a veces son complicadas de llevar.
Volver a ser protagonista de mi vida.
Estoy compartiendo esta reflexión personal sobre mi porque creo que mi experiencia puede serle de utilidad a otras personas.
En muchas ocasiones vivir la vida que te toca (o has elegido) vivir, te hacen desarrollar una depresión, problemas de ansiedad o acaban hundiendo tu autoestima.
Y ante la duda de mandarlo todo a la mierda y empezar de nuevo o aprender a gestionar las dificultades que te pone la vida delante, yo tengo claro que me quedo la segunda opción.
Yo no estoy deprimido ni tengo ansiedad, y la autoestima la conservo bastante alta, pero si necesito tener la sensación de recuperar las riendas de mi vida y volver a ser el protagonista de esa película que se llama “la vida de Javi”.
Cómo voy a tratar de ser de nuevo el protagonista de mi vida
Y no se muy bien como hacerlo, pero tengo algunas ideas que voy a poner en práctica, a ver si funcionan.
- Lo primero es publicar este post, donde hablo de mi (soy el protagonista) y reconozco que no es oro todo lo que reluce y asumir que necesito cambiar algunas cosas.
- Lo segundo es no prestarle ni un segundo de mi atención a esa voz que me invita a romper con todo y empezar de cero, porque pienso y siento que tengo la vida que quiero tener y estoy satisfecho y feliz con ella.
- Lo tercero es aprender a pedir ayuda cuando lo necesite. Y sonará ridículo, pero yo, que en lo laboral me dedico a ayudar a personas en situaciones complejas, soy de esos a los que le cuesta muchísimo pedir ayuda.
- Cuarto: Llevar una sonrisa por bandera. Y es que últimamente he dejado de sonreír y me he convertido en una persona seria. Y llevar una sonrisa, en parte, es una cuestión de actitud y estoy decidido a tenerla. Tengo todos los días un millón de motivos para ser feliz y unas pocas cosas que me hacen estar serio y ya esta bien de que esas pocas cosas sean las que decidan la expresión de mi cara.
- Y la quinta idea que voy a poner en práctica es bajar la exigencia hacia las personas de mi entorno y agradecerles todo lo que quieran darme. Porque es estúpido centrarse en lo que no recibes (y te gustaría recibir) en vez de disfrutar de todo lo bueno que te dan las personas que te quieren.
Y estas son las ideas que voy a poner en práctica para volver a sentirme le protagonista de mi vida.
¿Son buenas ideas? ¿Lo conseguiré? ¿Seré capaz de comprometerme conmigo mismo para lograr mis objetivos?
No lo sé, pero espero conseguirlo y me comprometo a contaros en unos meses si lo estoy consiguiendo.