Imagen. La luna
¡Qué bonito es el otoño! nunca había vivido uno igual, qué cantidad de colores!: rojos, amarillos, naranjas...Pero hay una cosa del otoño que llevo muuuy mal: la falta de luz.
No sé si a ti te pasa, pero yo llevo unos días bajo mínimos...El sol se pone ahora mismo a las 17:11h, a mi eso me desactiva completamente, me falta energía... ¿necesito vitaminas?
Hay evidencias científicas de que la cantidad de luz influye en la vida y el estado de ánimo: una mayor claridad contribuye a la activación –sea en forma de alegría o de ansiedad–, y menos luz se relaciona con depresión, lo que justificaría que algunas personas sintamos durante los meses de otoño e invierno una especie de estado de letargo, sobre todo: somnolencia, dificultad para concentrarse, bajo estado de ánimo…
Hace un par de años me pasó lo mismo y se lo comenté a mi médica, me recomendó unos suplementos (de los que anuncian en la tele), yo me los tomé y me encontré mejor. Pero esta vez quiero investigar un poco más, ¿realmente necesito tomar vitaminas? ¿hay alternativas más naturales?
¿Qué son las vitaminas?
Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. No aportan energía, puesto que no se utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación.Normalmente se utilizan en el interior de las células como precursoras de las coenzimas, a partir de los cuales se elaboran los miles de enzimas que regulan las reacciones químicas de las que viven las células. Las vitaminas deben ser aportadas a través de la alimentación, puesto que el cuerpo humano no puede sintetizarlas. Una excepción es la vitamina D, que se puede formar en la piel con la exposición al sol, y las vitaminas K, B1, B12 y ácido fólico, que se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal.
Estudios llevados a cabo en universidades de todo el mundo coinciden en que es un error tomar vitaminas sin que exista una carencia identificada.
"Una dieta rica en frutas y verduras es la mejor fuente de vitaminas y antioxidantes" .- SENC
Imagen. Unsplash
Los últimos análisis que me hice salieron perfectos, así que he decidido que no voy a tomar vitaminas. Por lo que mi receta para conseguir aumentar mi energía será sencilla:
Hacer ejercicio al aire libre, no solo salir a pasear con la bici, creo que eso no esta siendo suficiente. Necesito algo más: salir a correr, planear nuevas rutas para el fin de semana...Deportes en los que esté en contacto con la naturaleza y el sol!
Comer productos estacionales. La naturaleza es muy sabia, nos ofrece en cada estación las frutas y verduras que nos aportan las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita: en verano sandías y en otoño castañas! Además de: nueces, granadas, manzanas, peras, naranjas, mandarinas, caquis, uvas... todos están en su mejor momento. Los productos de otoño se caracterizan fundamentalmente por ser más energéticos, esta energía es necesaria para mantener el calor corporal al bajar las temperaturas. También se caracterizan por ser ricos en vitaminas A y C.
Y por último incluir jalea real en mi dieta. La Jalea Real actúa como un estimulante, mejora el estado general, otorga mayor vigor, aumenta la capacidad de trabajo psíquico e intelectual y transforma en forma positiva los estados de animo.
Y tú ¿que tal llevas el cambio de estación? ¿cuáles son tus secretos para mantener la energía?
Si quieres saber más no te pierdas:
El Rincón del Vago. Vitaminas naturales
La Vanguardia. Sol de otoño
El País. Despensa de otoño
Inkanat. Jalea Real
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