Néctar: mucha agua, azúcar y edulcorantes

Por Moiseschacon @nomasaditivos

Aquí está la segunda de las tres entradas dedicadas a los zumos y sucedáneos. Ahora toca hablar de los néctares. Según la legislación vigente, se trata de un producto susceptible de fermentación, pero no fermentado, que se obtiene "aguando" los zumos. Es decir, añadiendo agua a los zumos de frutas, a los zumos de frutas a partir de concentrado, al puré de frutas, y/o al puré de frutas concentrado. También se puede añadir azúcar, miel o edulcorantes.

Dicho en plata: el néctar es un "zumo" de segunda categoría. Dependiendo de la fruta de la que se trate, la legislación permite la adición de más o menos agua. Así, mientras que el zumo de naranja, manzana, pera, melocotón o piña se puede mezclar con hasta el 50% de agua para conseguir el néctar, en el caso de otras especies, como el limón, mango o guayaba, el mínimo de fruta es de un exiguo 25%, es decir, que podemos encontrar un néctar de mango en el que el 75% sea agua.

En el caso concreto de los 42 productos que he recogido en esta tabla, todos los que contienen menos del 50% de fruta los he marcado en color azul para dejar claro que quien los compra está bebiendo más agua que zumo (con el visto bueno de la legislación).

También he señalado (en color naranja) los que tienen azúcares añadidos, dándose algunos casos absurdos de marcas que añaden azúcares y, además, edulcorantes. Como regla general, cuanta menos azúcar consumas, mejor, pero n o creas que sustituirla por edulcorantes artificiales te libra de padecer obesidad o diabetes porque, según los últimos estudios, no es así.

Para colmo, la mayoría de los edulcorantes utilizados son sospechosos de producir otro tipo de efectos para la salud. En concreto:

  • E-950 (acesulfamo potásico). Como ya he comentado en otras ocasiones: "es interesante saber que la aprobación de su comercialización se realizó únicamente en base a estudios sufragados por los fabricantes, por lo que desde diversos sectores científicos se reclama la realización de estudios independientes; máxime cuando algunos ensayos han encontrado que este edulcorante puede provocar alteraciones genéticas en ratones".
  • E-952 (ciclamato) y E-954 (sacarina). Para no extenderme, recomiendo leer lo que ya publiqué en la entrada dedicada a las gaseosas.
  • E-955 (sucralosa). También he hablado anteriormente de este aditivo: "hay que tener en cuenta que, entre otros estudios, existe una investigación científica con ratas realizada en Brasil en 2010 cuyos resultados afirman que su consumo disminuye el peso fetal y la longitud del cordón umbilical, lo que sugiere el paso de la sucralosa a través de la membrana placentaria. Ante la duda, creo que es mejor tratar de evitarla".

Cabe mencionar otro edulcorante del que nunca antes había hablado, el E-959, Neohesperidina DC, que se obtiene por la síntesis de una sustancia presente en las naranjas amargas. Aunque alguna fuente aislada apunta posibles efectos adversos, yo no he encontrado ninguna investigación que lo corrobore. Por lo tanto, de momento, este aditivo lo voy a colorear de verde.

Un último apunte: solo un néctar de la tabla apuesta por el uso de los glucósidos de esteviol (stevia), E-960: el de frutas rojas de Río D'Oro. Si buscas algún néctar edulcorado, este es el más recomendable.

Mi recomendación es que tomes zumo (mejor hecho por ti) en vez de néctar ya que contiene poca fruta y, en la mayoría de los casos, azúcares o edulcorantes añadidos.