"La literatura es siempre una expedición a la verdad." Franz KafkaRecientemente escribíamos sobre Larraín, y su forma de hacer cine, ligado a establecer contactos entre acontecimientos importantes para la historia reciente de su país, y un personal estilo, que utiliza como excusa estas temáticas para establecer un punto de vista, "jugando" con la verosimilitud, el concepto de lo artístico y sobre la misma percepción política de su país. El director chileno, que este año estrenó dos películas, bien recibidas por el público y avaladas por la crítica y festivales, no sólo se está ganando un lugar un Hollywood, en la misma "industria" latinoamericana, sino como uno de los directores más interesantes de lo últimos años, tanto por consolidar un estilo propio, sólido y ajeno, que transita libremente entre el género, el cine de autor y la libertad creativa.Aunque Neruda, la película que vamos a comentar a continuación, establece como punto de partida la figura del reconocido poeta chileno y la persecución que tuvo lugar de la derecha chilena, el largometraje, es igualmente, un tributo a los personajes secundarios, a las figuras de segundo orden, pero a la vez a la imaginación y escritura de Neruda.
El guión, escrito por el dramaturgo chileno Guillermo Calderón, que ya había trabajado con Larraín en El Club, crea una interesante premisa, donde los personajes secundarios y la ficción literaria se mezclan con la persecución política a la que fue sometido el poeta Pablo Neruda, a finales de los años cuarenta.Lejos de ser el típico biopic, los realizadores chilenos recurren al metarelato, al homenaje literario como a la misma construcción narrativa -de la obra de Neruda-, además de los géneros del cine, principalmente el policíaco y el "thriller hitchconiano", para acercarnos a esos meses en los que el Presidente Videla, hizo que se persiguiera a los comunistas chilenos, entre ellos, el senador y poeta Pablo Neruda (Luis Gnecco); es igualmente, un relato al estilo del gato y el ratón, de construcción de personajes, de un perseguidor que quiere ser protagonista, y un perseguido que ya lo es; es la historia de un detective, Óscar Peluchonneau (Gael García Bernal), un arquetipo, que desea convertirse en el personaje al que persigue, pero también, es la desmitificación y humanización de un icono, de una representación vital de la literatura mundial como Neruda, que no sólo viene a ser el título de la obra, sino la forma en que construía sus obras; es ante todo, una inteligente forma de hablarnos del pasado cuestionando la veracidad, la historicidad, a partir del mayor triunfo del cine, que es "su propia realidad", su diégesis.
El guión, también nos va a mostrar cómo en ese viaje, el de Neruda; a través de las periferias chilenas y latinoamericanas descubre que su escritura también es un arma, y que la clandestinidad, es tan literaria como cada una de sus palabras.
Aunque el trabajo de Federico Jusid, es destacado, también viene a ser un mezcla de diversos géneros e ideas, que sólo están marcando ciertas situaciones preponderantes en el desarrollo del mismo.
Mucho más interesante viene a ser el trabajo de montaje de Hervé Scneid, no sólo por la construcción de la obra, sino por muchas de esas secuencias, que además del plano/contraplano, detalles o del mismo corte, recurre al juego de la manipulación, del engaño y de todas esas premisas que el cine de género aporta al lenguaje cinematográfico.
Obviamente, cabe destacar el trabajo de dirección de arte, que ejerce otro de los Larraín, en este caso Estefanía, tanto por su exactitud histórica como por las licencias que se va a tomar en favor del género, es decir, uno entiendo que son los finales de los años 40 en Chile, pero a la vez, es la estética de cualquier obra noir o policial de ese momento.
Una de las mejores películas latinoamericanas que he visto en los últimos meses, inteligente en su concepción y estilo, sólida en su narrativa con tintes de experimentación o de metarelato, y mucho mejor concebida en su parte visual; un trabajo tan destacado e importante en su narrativa, que en cierto modo desentraña la obra de Neruda, y a la vez, nos muestra, esas transiciones históricas, que han hecho del cine de Larraín, el mejor estudio sobre el reciente pasado chileno.
Zoom in: Estrenada en la "quincena de realizadores" de Cannes, seleccionada para representar a los Oscara mejor película extranjera.
Múltiples premios en festivales latinoamericanos
Montaje Paralelo: I´m not there (2007) - Cine Policial - Neruda (obra)