La situación era exactamente la misma que hacía unos minutos, en la que estábamos conversando tranquilamente sobre su futuro profesional. No había cambiado nada, pero algo en su interior la había transformado, se había convertido en una situación desagradable, amenazante, de la estaba deseando escaparse. Su fisiología se había desbocado, lo que hacía muy difícil mantener la atención en la tarea a realizar. Objetivamente todo era igual, pero su forma de evaluar la situación, su significado, había cambiado radicalmente.
Los seres humanos somos muy dependientes de la evaluación que hacemos del entorno, no en vano somos animales, en ocasiones nuestro sistema de alerta se dispara y situaciones que no tienen el menor riesgo objetivo, subjetivamente y fisiológicamente son afrontadas, como si un peligro de vida o muerte se tratara.
También tengo que decir que pese a este despliegue de comunicación no verbal si nos ceñimos a la comunicación verbal la entrevista no había sido tan horrible, Antonio pese a su estado evidente de nerviosismo y tensión, contestó a las preguntas formuladas con mayor o menor soltura.
La cuestión es la siguiente y me gustaría que tanto especialistas en recursos humanos como buscadores de empleo contestaran a la siguiente pregunta.
Según vuestra opinión: -¿Es relevante, tiene importancia, este episodio para una posible contratación?
Por cierto, muchas gracias a todos y todas que ayudasteis a difundir el post de la semana pasada. Fue todo un éxito, múltiples candidatos acudieron a la llamada y todas las ofertas están en proceso de consolidarse. Mucha suerte a todos.