Se dice que en el país de los ciegos el tuerto es el rey y así explico yo la ausencia de genios en nuestra época. Se ha bajado tanto el listón que ahora el que salta más alto en otras épocas habría sido del montón.Como estamos en una sociedad en la que valores como el honor, la ética, la fidelidad y muchos otros se consideran caducos, innecesarios y hasta detestables, nos hemos quedado tirados en el suelo. En realidad me pregunto si en verdad merecemos que se nos siga considerando humanos.Ahora mismo se puede pensar que un santo es una persona que no roba, no engaña, no utiliza a los demás y es coherente con sus ideas porque lo normal es engañar, robar, utilizar a los demás y pensar una cosa y hacer otra. Los que tienen poder, a gran escala, y los que no lo tienen, en su pequeño mundo.¿Y genios? Para ser genio hay que estar en contacto con la trascendencia que es de donde viene todo lo nuevo, por eso hoy en día lo que más se estila es la copia. Parémonos un momento y sintamos el terror de descubrir que no somos tan bueno como creemos ni tan distintos de aquellos a los que criticamos. Tal vez seamos ciegos, tal vez tuertos. Pero podemos recuperar la vista y no lo hacemos porque creemos que vemos.