Dior. New look.
O sea, que antes (hace unos tres o cuatro años) la moda (para decirlo pronto y bien) me la traía completamente al pairo, para qué negarlo. Yo era una intelectual que se jactaba de no arreglarse más que lo necesario. Quicir, me maquillaba y me ponía falda y todo eso, de vez en cuando, pero no me interesaba lo más mínimo. No obstante, tras un año un poco nefasto, me miré al espejo y vi que podía sacarme más partido, que ya era hora de dejar en el armario las zapatillas, esos jerseys que me habían echado los Reyes (o sea, ropa que no elegía yo) y la chaqueta de mi abuela (ahora es guay, pero antes aún no se llevaba el vintage, mecachis).Así que, un día osé atravesar el umbral del imperio de Amancio Ortega: había ropa chula, precios que me podía permitir; y vi que eso era bueno. Mi madre siempre decía (poned aquí voz de Forrest Gump a la narración) que esa ropa era basura y, como hasta la fecha yo no tenía trabajo ni poder adquisitivo, me compraba ella todo, o sea, cuatro cosas, pero de buena calidad, más duraderas y, claro, más caras. Entonces, me creé esas "nuevas necesidades", vi que aquello era bueno y empecé a comprarme cosas. Tímidamente al principio. Me veía más guapa con cualquier chaqueta de punto, pantalón ajustado o zapatos superfemeninos, y además descubrí los complementos (collares, pañuelos, cintas del pelo...). Mi autoestima aumentó. Y vi que aquello era bueno. ¿Veis? la moda no es tan mala.
Jean Paul Gaultier // Madonna. (http://madonnafansworld.over-blog.com)
Después, en 5º de periodismo me apunté a una optativa que se llamaba Sociología y Semiótica de la Moda. Pues resulta que me encantó, porque a mí todas esas asignaturas humanísticas, que tratan de comprender el comportamiento humano y todo ese rollo, me atraen mucho. Y además se me dan bien. Debería haber estudiado Psicología o algo así. Pero a lo que iba, que la asignatura me gustó, me gustaban esos libros que hablaban de por qué existe la moda, cómo se relaciona con el tiempo, con el espacio, con la sociedad, con las costumbres...Amancio Ortega.
Y ahora... después de descubrir hace algo más de un año los blogs de moda, estoy muy enganchada a este mundillo pero aún no tengo ni pajolera. Quicir, que no me acabo de poner al día con los diseñadores ni con las palabras técnicas que se usan para comentar cualquier desfile, colección, etc. Es que a veces me da hasta pereza. Ya sé que no es llegar y besar el santo, pero las revistas no me lo ponen nada fácil. Deberían ser más divulgativas. O sea, que no caiga en manos de alguien que no sabe nada de esto una revista de moda y se quede con la impresión de que sólo hay fotos, texto aburrido que no aporta nada, y mucha publicidad (que es lo que se piensa, no lo vamos a negar).Bien, entiendo que ahora, después de esta confesión (aunque más bien es una constatación), mi número de fans comience a decrecer y dejéis de leer mi blog. Lo entiendo. No os faltaría razón. Porque no soy ninguna autoridad en la materia. Pero eso es también lo que me hizo crear el blog. Quicir, a mí me gustan los blogs personales, esos en los que se ve el carácter y la aportación del autor. Para ver fotos de colecciones y todo eso, me meto en las páginas web de Telva, Elle o Vogue. Por eso yo intento hacer mis post diferentes, introduciendo algún dato histórico y con sentido del humor, viendo las cosas desde una perspectiva poco ducha, asombrándome ante esos lugares comunes, todo eso que en moda se da por hecho (véanse los consultorios de la señorita Martinsky shopper o mis reflexiones absurdas sobre moda). Y es que aún miro con desconfianza este mundo.
Jo, yo quería hacer un texto divertido para confesar que no tengo demasiado conocimiento fashion y me ha quedado un post supertrascendental y megaautobiográfico, tía. Estos son los post que generan comentarios desagradables de listillos/as que todo lo saben, ¿por qué? Pues quizá porque pones el dedo en la llaga, dices las cosas como son o reconoces tus limitaciones. Siempre hay a quien le gusta recrearse en la supuesta debilidad de los demás, que no es sino valentía, en realidad. Pero eso lo tenéis que juzgar vosotros/as.
De todas formas, si habéis leído hasta aquí, además de daros un aplauso, quería sugeriros una visita conjunta algún día a la Cibeles Madrid Fashion Week, o sea, porque no hay it girl ni superbloguera ni superdivina que se precie que no haya ido... De lo que se deduce que yo no soy nada de lo anterior. Y quizá tenga que seguir siendo así. No tengo con quién ir. Y no sé si algún día tendré algo de pajolera. Por si acaso, no prometo nada.