A la hora de diferenciar su trabajo, Zaffora hace una clara distinción entre lo que comúnmente se llama "a medida" y no es más que el ensamble de piezas industrializadas al cuerpo del cliente -made to measure-, de lo realmente personalizado, -bespoke- que es lo que él ofrece. Todas las prendas se confeccionan desde cero de manera artesanal y acorde a las características y gusto del caballero. Un traje de Zaffora lleva entre 40 y 60 horas hombre -de un personal altamente calificado-, y a eso hay que agregar lo que demandan las tres pruebas de la moldería y una con piezas ensambladas. Este proceso puede llevar entre 25 y 35 días. Algo que nos remite a las épocas cuando la era fast no lo había impregnado todo y cada cosa demandaba el tiempo necesario para su realización impecable.
Detalles de este "club de caballeros" que es el atelier de Nicolás Zaffora en el Palacio Barolo: juego inglés de tiro al blanco, whisky escocés y café italiano.
¿Cómo define Zaffora a su cliente? "Es alguien elegante, no estiloso; entendiendo a la elegancia como algo pulcro, limpio, visualmente perfecto. Un montblanc en lugar del dandy urbano y dentro de un rango etario que va de los 35 a los 60 años". Ante la consulta sobre el tipo de silueta ideal, él responde que esto es algo "subjetivo" pero que se inclina por la entallada y en este sentido no se ve tan influenciado por el circuito sartorial clásico. Para este último grupo, un género arrugado es inconcebible, por lo cual el diseño requiere de cierta amplitud. Para él, el entalle destaca la silueta masculina; y para ello brinda un claro ejemplo: "al primer James Bond de Craig lo vistió la casa Brioni y era algo rígido, un tanto cuadrado; pero luego su guardarropas pasó a manos del diseñador Tom Ford quien buscó resaltar la fibra y el músculo de este agente más propio del siglo XXI que sus antecesores.
Detalles: chaqueta en proceso y sus interiores donde se aprecian las puntadas a mano
Es realmente un privilegio poder compartir aquí el trabajo de Zaffora y saber que aquello que alguna vez fue "lo normal" y tendía a desaparecer, hoy goza de buena salud y tiene quien lo continúe. Lamentablemente son pocos quienes optan por los trabajos artesanales como si fueran éstos de menor calidad o prestigio y cada vez son más las personas que quieren ser diseñadores. Pues vayan tomando nota de que el mundo del lujo se dirige al rescate de estos métiers y no abundan quiénes puedan satisfacer con solvencia esa demanda. Creo que ahí está la clave para empezar a formarse en serio. Espero que la visita al atelier de Nicolás Zaffora les haya resultado de interés, si desean saber más o visitarlo, pueden encontrar información en su página web. Y señores, estén atentos; se viene un club de caballeros en Recoleta y este sastre maravilloso estará allí esperándolos. Más adelante les contaré detalles. Mientras tanto, espero comentarios, opiniones o lo que deseen expresar, nos leemos hoy y todo el fin de semana:>