Sirva de incentivo para la reflexión el relato de lo que aconteció en nuestro Centro de Salud el pasado jueves: a lo largo de su mañana fuimos requeridos para efectuar dos visitas domiciliarias, por parte de dos de los pacientes adscritos al centro.
Cada uno de los dos médicos desplazados se encontró con la poco agradable sorpresa de comprobar que, una vez personados en los respectivos domicilios, los pacientes sencilla y llanamente NO ESTABAN!...
Un inconveniente, uno efecto adverso más de la barra libre de nuestro sistema, que lleva hasta el deterioro de la consideración que algunos otorgan a nuestro escaso tiempo y el menor aprecio por nuestro trabajo.