Llevo muchos años entrenando. Quizás menos de lo que me gustaría pero con la vida que llevamos me cuesta encontrar tiempo libre. Aún así, para ir al gimnasio, siempre encuentro ese hueco en mi agenda. No nos engañemos, a todas nos gusta estar delgadas y en forma, pero la salud debe ser primordial. Las mujeres sufrimos cambios físicos y hormonales a lo largo de toda nuestra vida y aunque no queramos, a partir de los 30 nuestro cuerpo ya no es lo que era en los veintitantos. Empieza la década de los cuidados extras, pero sinceramente creo que merece la pena.
Hoy toca un post muy especial. Quizás una faceta mía que desconocéis es que adoro el deporte. Desde pequeñita es algo que me han inculcado en casa. Toda la familia ha sido gran deportista y siempre hemos tenido buenos ejemplos cercanos. Intento acudir al gimnasio todo lo que puedo y siempre vigilada por profesionales. Es muy importante tener ciertos conocimientos a la hora de entrenar. Cada ejercicio debe estar compensado y ser controlado para conseguir los objetivos marcados y evitar lesiones. El deporte es un estilo de vida y cuando se asume como saludable y necesario, deja de ser una carga. La única clave es la constancia.