(En la foto, el periodista John Langdon-Davies, fundador de Plan, en 1937)
Maria Stavropoulou y Nicola Jones son las autoras de un nuevo, excelente y procupante informe del que se ha hecho eco el rotativo EL PAIS que pone de manifiesto una realidad:
La crisis económica y la pobreza que desencadena provoca más muertes en niñas que en niños
Una investigación realizada en casi sesenta paises revela que cuando se hacen las cuentas resulta que la mortalidad infantil femenina supera en mucho la masculina y que por cada caida de un pinto de Producto Interior Bruto de los paises, ese lamentable índice de riqueza que, en realidad, es de probeza, la taza de incremento se acelera por un factor de 5.
Las causas son mas sociales o socioculturales que epidemiológicas. Nosotros publicamos hace más de diez años un metaanálisis que venía a demostrar que los niños acudían más a los servicios de urgencias que las niñas(1). Para todas las edades y para todos los diagnósticos agrupados (con la única excepción de el dolor abdominal en niñas de 12 años) y con referencias de más de 25 países diferentes. Los niños van más a Urgencias porque, de una forma u otra, ven más a menudo amenazada o alterada su salud. Tampoco le encontramos una buena explicación, pero si es así, que la niñas mueran con más facilidad no concuerda con razones de tipo clínico o epidemiólogico. Stavropoulou y Jones se extienden en su explicación y lo refuerzan con una considerable fuente bibliográfica. Aquí reproducimos una traducción nuestra de sus conclusiones:
La pobreza familiar tiene más impacto en la supervivencia de las niñas que los varones, por cada 1 por ciento de caída en el PIB aumenta mortalidad infantil de 7,4 der cada 1.000 nacidos para las niñas frente a 1,5 para los varones.
Los recortes en los presupuestos de salud dejan las adolescentes aún más vulnerables durante el embarazo. Y actualmente el embarazo es una causa principal de muerte para mujeres de 14-19 años de edad.
Con frecuencia se trata de niñas adolescentes que abandonan la escuela para cuidar de las familias cuando sus madres trabajan más horas y viajan más lejos en busca de trabajo.
Las tasas de finalización de la escuela a menudo disminuyen durante los períodos de contracción económica. Las niñas experimentan un 29 por ciento de disminución en comparación para un 22 por ciento de los niños.
También son las niñas y mujeres jóvenes que a menudo se ven obligadas a asumir empleos de mayor riesgo para contribuir a los menguantes presupuestos familiares.
Las llamadas a la acción son:
• Avanzar en los derechos de las mujeres jóvenes y perseguir activamente la igualdad de género.
• Revaluar las medidas de austeridad y mantener asistencia para el desarrollo con un enfoque en la mejora de los servicios sociales básicos para las niñas y las mujeres jóvenes.
• Asegurar que los gobiernos los programas que fortalecen la cohesión social y los de protección que ayuden la salud y la educación de la sniñas y mujeres jóvenes.
• Asegurar que los gobiernos se centran en los programas para la creación de empleo para mujeres jóvenes
• Asegurarse de que la sociedad civil promueve que campeones femeninos se ocupen de informar a los legisladores sobre los problemas a los que se enfrentan las jóvenes.
• Asegurarse de que todos los interesados promuevan la investigación, y la recopilación de datos desglosados por sexo, necesario para centrarse en las necesidades específicas de las niñas y
las mujeres jóvenes.
X. Allué (Editor)
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1. Gender differences in paediatric emergency care demand. Allué X, Jariod M. Europaediatrics 2000. Roma, Italia, 2000