No cometimos negligencia pero una incompleta historia clínica nos pone en problemas

Por Lemalpartida


Continuamos con la última parte de esta serie de postsrespecto a la importancia de la historia clínica en demandas por mala praxis médica.
Muchas veces a los anestesiólogos nos toca atender a pacientes con muy alto riesgo quirúrgico como cardiópatas severos, politraumatrizados, portadores de cáncer generalizado, etc. Pueden fallecer o quedar seriamente dañados tras la cirugía y la anestesia. Comunicamos la situación a los familiares y todo está claro.
En caso de que nuestros esfuerzos resultaran vanos nos retiraremos del quirófano con la consciencia tranquila y la satisfacción de haber hecho todo lo posible por la salud de ese paciente grave. A dar vuelta a la página. ¿Seguro?
Nunca faltan una esposa muy acongojada y dolida que quiere venganza, o un hijo amargado que quiere que también los médicos compartan su dolor, o un sobrino hábil abogado que considera que no vendría mal a la familia una indemnización económica para enfrentar de mejor manera a la pérdida del jefe de la familia.
Así que con una buena demanda hacen ver a los jueces que pudo haber negligencia médica y solicitan la incautación de la historia clínica. Ésta se concreta y al momento de revisarla... ¡oh sorpresa!:

- La anamnesis o el examen clínico están ausentes: "¡los anestesiólogos prescindieron de información valiosa para salvar la vida del paciente!"
- No aparece el riesgo quirúrgico cardiovascular: "¡el anestesiólogo no consideró la grave cardiopatía del enfermo!"
- Los resultados de los exámenes preoperatorios están incompletos: "¡con razón fallece el enfermo de cáncer terminal operado, si no sabían que la hemoglobina estaba muy baja!"
- El consentimiento informado no estaba firmado por el paciente: "¡si mi papá sabía que podía morir no aceptaba operarse!"

-El "check list" no figura: "¡cómo no se van a complicar los pacientes, si no consta que hayan revisado la máquina de anestesia y los monitores!"
La demanda, pues, va a seguir su camino y estamos en graves problemas... ¡No descuidemos la historia clínica!