No Es Lo Que Hacemos Lo Que Nos Convierte En Inspiradores, Sino El Para Qué lo hacemos

Por Ritacoach @ritatonecoach

¿Sos un profesional o un líder a quién le gustaría inspirar a los demás? ¿Sos un emprendedor que quiere triunfar en su negocio? ¿Sos un empresario que quiere lograr imponer su Marca Personal?

Quizás hayas escuchado alguna vez que cuando la meta es el dinero, es bastante probable que tu camino sea lento y conflictivo. Uno con el que luchamos, nos esforzamos más allá de nuestra energía, nos enojamos, nos frustramos, decaemos, pero… no se nos ocurre pensar que estamos teniendo una mirada equivocada respecto de la dirección que debemos imprimirle a nuestro sendero.

En mi participación en capacitaciones dadas por grandes maestros –cada uno en lo suyo- he escuchado repetidamente:


No trabaje por el dinero, trabaje por su visión y misión. El dinero vendrá por añadidura.
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“No trabaje por el dinero, trabaje por su visión y misión. El dinero vendrá por añadidura”.

Al principio, me costaba creerlo, como a muchos de los demás asistentes, pero no desechaba el pensamiento sino que lo mantenía presente en mis cuestionamientos. Por alguna razón, estos expertos coincidían en esta sugerencia (palabras más, palabras menos).

Y no me equivoqué con mi alerta respecto de este tema. Mi formación me llevó a comprobar que así era.

“¿Qué es el éxito para ustedes?” era otra pregunta recurrente.

A la que indefectiblemente, alguien respondía: “Tener mucho dinero”.

Entonces, surgía la explicación del ponente acerca de esta postura errada.

Las disciplinas de transformación como el Coaching Ontológico, nos han ido mostrando que, por ejemplo:

Cuando se trabaja por dinero, se trabaja solo por dinero, lo que significa que nuestro trabajo comienza a convertirse en un yugo, donde solo experimentamos el significado de la palabra “nuestro” en la medida en que lo económico sea lo suficientemente satisfactorio, y  aun así, pasado el tiempo, no podemos librarnos de la sensación de deber y presión que nuestra actividad nos transmite.

Esto se debe a que ese trabajo no es “nuestro”. No hay nada de nosotros en él, es ajeno a nosotros, y teniendo en cuenta, que pasamos trabajando un promedio de cuarenta años de nuestras vidas… Vos me dirás cómo te podés sentir yendo a trabajar, a los treinta años de acudir a él.

 



¿Qué es el dinero? Un hombre triunfa cuando es libre para hacer lo que quiere desde que se…
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¿Qué es el dinero? Un hombre triunfa cuando es libre para hacer lo que quiere desde que se levanta hasta que se acuesta.

Bob Dylan

 

Quizás, no comprendas, en este momento, la importancia y conexión que tiene esta frase con nuestro tema de hoy. Ya las vas a comprender un poco más adelante. Seguí leyendo, por favor.

 

“No Es Lo Que Hacemos Lo Que Nos Convierte En Inspiradores, Sino El Para Qué lo hacemos”

Además de la pirámide de Maslow que nos muestra en su escalón más alto, la necesidad de autorrealización que mueve a las personas a trabajar (o desarrollar una actividad), existen otras razones biológicas que se empiezan a descubrir en estos tiempos –que agradezco vivir- en que la Neurociencia está cada vez más al alcance de quién quiera oír… (Que oiga).

Simon Sinek, creador de “El Círculo Dorado”, nos plantea unas reflexiones que impactarán en el cambio de nuestra forma de mirar provocando resultados potentes en nuestra capacidad de inspirar, triunfar, vender y brillar.

Observando atentamente el mundo, él descubrió que existe un patrón que siguen Todos los grandes inspiradores, en su pensamiento, acciones y comunicación.

Su “Círculo Dorado” es una codificación de su descubrimiento.

En él, de dentro hacia afuera, encontramos: ¿Por qué?, ¿Cómo? Y ¿Qué?

“Todos sabemos “Qué” hacemos, algunos sabemos “Cómo” lo hacemos y muy pocos (solo los grandes líderes que inspiran, ya sea una organización comercial de gran marca, un Coach, otro tipo de profesional, un escritor, etc.), sabemos “Por qué” lo hacemos.  (Vale aclarar que para el Coaching este “Por qué” de Sinek, es un “Para Qué” puesto que se trata de un propósito, del sentido de la acción).

Estos niveles de conocimiento dan lugar a lo siguiente:

Todo el mundo piensa, actúa y se comunica teniendo en cuenta el camino que va de afuera hacia adentro: sabe el “qué”, puede o no saber el “como” y en la enorme mayoría de los casos, no sabe el “Por qué”.

 

Los líderes inspiradores toman el camino opuesto a todos los demás Sin Tener En Cuenta el Dinero como meta. Él es solo un resultado, una consecuencia del logro de su inspiración en los demás.

¿Cuál es el punto que destaco de su Círculo Dorado, el que sustenta mi convicción de que necesitamos trabajar por nuestra misión y visión para lograr inspirar, para lograr triunfar en nuestra actividad, para lograr brillar?

¡Su aval científico!

Nuestro cerebro, en un corte transversal, nos muestra tres partes. El Neo córtex que está relacionado con lo racional y analítico, y con el lenguaje. Esta parte se corresponde con el “Qué” del círculo dorado.

Y otras dos partes que corresponden al cerebro límbico donde se gestionan las emociones y los sentimientos (por ejemplo, confianza y lealtad), comportamiento humano y decisiones. Estas partes se corresponden con el “Como” y fundamentalmente, con el “Por qué” (propósito).

De afuera hacia adentro se transmiten y se reciben datos, cifras y características pero ese lugar no controla el comportamiento ni la toma de decisiones.

Si escuchás a alguien que quiere ser una influencia, que pretende liderarte pero que está pensando, actuando y comunicándose usando el camino de todo el mundo, podés llegar a “sentir” que todo lo que te dice está muy bien pero… Hay algo que a vos no te cierra: Ya seas un comprador de un producto, un seguidor o público en general que por alguna razón se fijó en ese producto o en él.

La comunicación efectiva, la atracción de liderados, la difusión de tu profesión, los productos que creás, tendrán éxitos y todo el mundo requerirá de tus enseñanzas cuando apuntes al comportamiento de la gente, cuando trasmitas tu por qué y cuando la gente crea en lo que vos creés. Esta comunicación es de adentro hacia afuera.

Esta es también otra de las razones que avalan el tan mentado: “La gente no compra porque razona sino que compra por emoción”. Valga la extensión de sentido del verbo “comprar” para manifestar, por ejemplo, que las personas “compran” tu proyecto, tu forma de estar siendo, tu forma de influenciar y de llevar adeptos a tu causa. Cuando la gente cree –repito- en lo que vos creés.


 


Nuestro propósito mueve a los demás, no nuestro producto.

 

La gente no compra lo que uno hace sino el por qué lo hacemos.

Simon Sinek

Ahora… ¿Te queda clara la relevancia para este tema de la frase de Bob Dylan?

 

¿Cómo es tu forma de pensar, accionar y comunicar?

¿De afuera hacia adentro o de adentro hacia afuera?

¿Te animás a intentar una mirada diferente para ver si cambian tus resultados?

¿Cómo es tu forma de pensar, accionar y comunicar?

Esta es la mía…

Creo en mis formas, en mis caminos; en esos que duelen o demoran, pero que rinden frutos.
Creo en el sendero de la verdad, en el sendero difícil.
Creo en mi alma, en esa porción agazapada de mí.
Creo en mis palabras, en mis frases, en mis abrazos y en mis miradas.
Creo en quien soy y por lo tanto, en quien a pesar de las derrotas no tengo intenciones de dejar de ser.
Creo en mi sueño, en el magnífico sueño que seguiré construyendo hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo en la creación de mi destino, en mi historia, en mis pasos y en mi experiencia.
Creo en mis ganas de dar y creo en un mundo maravilloso que espera recibir mi gota de ayuda.
Creo en la amistad, en los besos, en la lluvia, en las sonrisas y en los secretos.
Creo en mi esfuerzo por crecer, en mis ganas de crecer.
Creo en la vida, y en la magia con la que toca todas las cosas.
Creo en el destino y en un futuro de recompensa para quienes afrontan el desafío de ser fieles a sí mismos.
Creo en mí; sobre todo creo en mí cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden, sigo creyendo en aguantar y en volver con todas mis fuerzas para seguir y seguir creyendo, y seguir andando, y seguir viviendo.
Creo en los sentimientos que pueden hacer de cada día un sol distinto y por supuesto:
Creo en el amor y en ese modo indescriptible de estar parado ante la vida, en esa manera intrépida de hacer transcurrir el tiempo, en esa forma tan peligrosa y a la vez tan excitante de tener el corazón abierto. 

 

Por el placer de compartir