Estoy aprendiendo a manejar porque con mi hijo se me complica un poco salir por la vida, que camina lento, que se cansa rápido, que tengo que llevar una cartera para mi y una mochila para él con ropa, juguetes, comida, bebida y un inodoro si es posible. Además, tengo que aprovechar que tenemos auto (prestado, pero en fin..) y saber usarlo, en caso de emergencia. Pero mi eterno amor siempre será mi bici.
Little bike (nombre otorgado por una amiga cuando teníamos quince jóvenes e ilusos años) me viene acompañando hace ocho largos años, soporto caídas, lluvias, pinchasos, sol directo, y fue mi amiga incondicional hacia las clases de ingles, la escuela, las rateadas de la escuela, los paseos embarazada y luego los paseos con un bebe en un asiento aparte. No les voy a mostrar ninguna foto de ésta porque este año decidí hacerla pasar por un extreme make over (me los hago a mi misma todo el tiempo, algún día le toca al prójimo), la desarmé toda (con ayuda masculina por supuesto), la lije y pinté del color de la bici de la sexta foto. Todavía me faltan algunas cosas, como los guardabarros, un canasto, una buena luz con aspecto vintage y una pedalera que no haga ese ruido sufrido cada vez que da una vuelta entera. Así que sigue en terapia intensiva.
Por una extraña razon, cuando más falta te hace algo, Internet te bombardea con imagenes del mismo: streestyle en bicicleta, parejas en bicicleta, cómo decorar tu bicicleta, fotos, videos, gifs, bicicleta, bicicleta, bicicleta. Asi que yo también las voy a bombardear a ustedes. Con bicicletas, obvio. Espero que ustedes también puedan disfrutar de este pequeño placer de la vida, ponganse los auriculares y vayan cantando entre el trafico acelerado y que les de el viento en la cara (no se olviden de hacer la de Meg Ryan en City of Angels).