En medio de un cumpleaños no era el momento de enfrascarme en una discusión. Pero en una argumentación rápida le diría que Miley Cyrus o Justin Bieber tampoco son simplemente unos cantantes. Tengo claro que no voy a luchar contra la dictadura de una moda impuesta por tierra, mar y aire, pero también que no voy a ser tan incauto de fomentar con mis hijos el modelo celebrity. Puedes mimar tu imagen, pero no te limites a ser una personalidad insustancial
A lo mejor ya me vais pillando, pero muchos todavía pensaréis, vale con lo de estos dos notas, pero qué tiene que ver todo esto con Messi. Que conste que como jugador es una maravillay que como persona no le conozco. Pero aborrezco la mitificación artificial que le convierte en un icono de cartón piedra, un heroé de la playstation diseñado en un fútbol que hace ya mucho es antes un negocio que un deporte
Messi como fenómeno fan
Es el fenómeno fanque ha sepultado los sueños deportivos del fútbol y lo ha convertido en un juego de famosos donde prima más el corte de pelo o los seguidores en Twitter que el espíritu de superación. Cuando ves más a un jugador en la cuenta de Instagram que en los terrenos de juego malo. Es el síntoma del futbolista famoso que por muy maravilloso que juegue tiene la visión desenfocada. Y ahí visualizo a Neymar, para mi el Bieber del fútbol
De verdad, siento pena por todos los padres que matarían por hacer de su hijo un nuevo Messi. Utilizan sus niños como un boleto de lotería, pierden los papeles, son hooligans. Todos los Messi-oportunistas, o los Cristiano-lovers, han olvidado lo que representa el deporte, una inspiración para la vida que ofrece enseñanzas fundamentales como el valor del equipo o el espíritu de superación
Quítame el marketing y dame el deporte con mayúsculas. Deja que mi hijo reconozca los valores por encima del póster. No, no le regales una camiseta de Messi Posdata: Y menos le regales una camiseta de Neymar