No me importa el dinero, me importa mi independencia económica

Por Agustin Grau @agustgrau

¿Tienes amor y salud? Entonces ya no puedes pedirle nada más a la vida; porque si aspiras a mejorar tu economía, puedes acabar siendo tachado de superficial, ambicioso o materialista.

Este es un post invitado de Patricia Córdoba, psicóloga online, Coach y facilitadora del cambio.

Y es que hay muchas creencias limitantes acerca de la maldad del dinero, como señala Agustín en este Blog y en “La Fórmula del Éxito”, que nos impiden vivir con abundancia y en plenitud.

En mi opinión, estas barreras mentales caricaturizan el objetivo de hacerse rico, pues no se trata de visualizar un montón de ceros en la cuenta del banco, sino de empezar a cuestionarte  para qué quieres lo que tienes y en qué lo vas a invertir.

SI yo te digo el dinero que tengo, puedes conocer algo de mí; pero si te digo cómo lo gano y en qué lo invierto, tendrás una imagen más nítida de mis motivaciones y acciones. Así que empecemos por ampliar la perspectiva, cuestionando algunas ideas:

“Lo importante es lo que eres, no lo que tienes”

Totalmente de acuerdo, pero para poder dedicarte a lo que eres necesitas tener que preocuparte menos por lo que tienes (o dejas de tener).

“El dinero no da la felicidad”

Ya, ya, yo eso lo tengo clarísimo, si fuera así sólo me llegarían consultas de gente pobre, y la realidad es que hay quien sufre teniéndolo todo (no sabe qué hacer con ello o le es insuficiente), luego deber haber algo más en la ecuación.

Por supuesto que la felicidad está en ti, pero te aseguro que la gestión de tu dinero es una de las habilidades que te ayudan a garantizar tu bienestar en el más amplio sentido de la palabra.

Todo esto me lleva a contarte por qué, a pesar de que nunca me ha preocupado el dinero, siempre estoy dándole vueltas a cómo ser más independiente económicamente, o lo que es lo mismo, cómo hacer que mis acciones se muevan desde la libertad (“quiero”) y no desde el miedo (“hago esto porque me asusta que…”).

 


Consigue que tus acciones se muevan desde la #libertad y no desde el #miedo vía @agustgrau
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#1 La independencia económica y la emocional son interdependientes

Cuanto más ganas en una, más probable es que te desarrolles en la otra. No merece la pena quedarse estancado en el eterno debate de quién fue primero el huevo o la gallina. ¿Qué es necesario primero ser autónomo con tus finanzas o con tus emociones? Pues ponme cuarto y mitad de las dos por favor, porque ambas se retroalimentan.

Cuánto más dependiente económicamente seas:

  • Más te expones a que los demás decidan por ti, a justificar tu inacción, a permanecer en la zona de confort y a olvidarte de tu autorrealización personal.
  • Más fácilmente mantienes relaciones tóxicas con un jefe, una pareja, familia, etc.
  • Más inseguridad y menos autoconfianza tienes al mirarte al espejo
  • Más atrofias e inhibes tus habilidades y aptitudes, porque te ves más limitado para procurarte espacios de desarrollo de las mismas.
  • Más probabilidad de permanecer atrapado y sufriendo en un trabajo que aborreces.

¿Demasiada energía, tiempo vital y motivaciones anuladas como para decir que la independencia y gestión financiera es secundaria, no?

#2 Sin las cadenas de la dependencia económica, tienes una visión panorámica

Te levantas, vas a trabajar, te dan para comer, te acuestas y así durante años. Una vez que dejas de ser esclavo de esta secuencia (o al menos introduces variaciones en ella), puedes comenzar a ver más allá del árbol que tienes delante, y “flipas” cuando desde las alturas comienzas a ver el bosque entero, los valles, el cielo, etc.

¿Dónde he estado todo este tiempo? –te preguntas.

Si sólo trabajas para comer, si sólo te despiertas para echar la jornada, acabarás viviendo en el microcosmos que han montado otros para ti, cual hámster en la rueda.

Sal, aléjate un poco, toma perspectiva y alucinarás como el perro al que por fin le sueltan a correr libremente.

#3 La independencia no te la otorgan, la construyes

Si leyendo este artículo  no puedes evitar oír continuamente al diablillo boicoteador que protesta:

“Sí, sí, muy bonito, pero de dónde saco el dinero, ¿de las piedras?”

“Sí, sí, muy bonito, pero si no te sale trabajo, ¿qué haces?”

…entonces es que tienes una idea equivocada de la propuesta. Esto no va de que la suerte te acompañe, las cosas te favorezcan o un tercero te ayude (bancos, instituciones, subvenciones, socios capitalistas, etc.).

La idea es que si no hay agua del pozo:

  • Te levantes para estudiar directamente otro terreno desde donde puedas extraer o crear otro generador de agua.
  • No esperes a que vengan tiempos mejores o llueva del cielo
  • No te contentes con lo que la naturaleza te provee, adelántate y diversifica tus recursos para recoger de fuentes variadas.
  • No te sorprendas de que se haya acabado; ya que lo que te dan, te lo pueden quitar.

#4 La libertad financiera es mucho más que una cifra concreta

¿Qué persigues? ¿Ganar X dinero este año, o vivir en abundancia? ¿Eh? Sí, sí, te lo pregunto, porque nada que ver. La primera opción sólo te permite salivar ante el money, la segunda te invita a diseñar un modo de vivir acorde con lo que eres, sin conformarte con las migajas, el pan nuestro de cada día o el “esto es lo que hay”.

 

 


Vive como quieras, sin conformarte con las migajas o “esto es lo que hay” vía @agustgrau
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La cifra no es el objetivo en sí mismo, es sólo un medio para:

  • Decidir versus acatar
  • Diseñar versus ejecutar
  • Invertir versus gastar
  • Crecer versus acumular
  • Vivir de menú versus proponer una carta con especialidades propias.

#5 Ser libre económicamente para empezar a ser auténtico

¿Has entrado en estos baños que tienen la luz con temporizador? Es como si otros te dijeran lo que tienes que tardar exactamente en hacer tus necesidades, entras, ejecutas, y adiós.

Si tu relación con el dinero es como la de estos temporizadores (él te dice lo que tienes que comprar, admirar, elegir y desear; y lo que NO “eso ni lo pienses, eso ni lo imagines, eso no es para ti”, estás continuamente limitado, midiendo tus acciones al milímetro y ajustándolas a lo que otros han decidido que ingreses.

Hay un anuncio publicitario que ejemplifica esto a la perfección:

-Mamá se me han roto las gafas

-No hijo, hoy no se te han roto, anota mejor…para el 3 que ya habré cobrado: Ahí es cuando se te van a romper

Sí, sí, esto da risa, pero ¿cuándo vas a empezar a vivir la vida que quieres, a desarrollar tus talentos, a hacer lo que verdaderamente te apasiona? ¿Te apunto par el 2050 que ya te habrás jubilado, o esperamos para la reencarnación siguiente?

¿Llevas la vida que se ajusta a tu esencia, o la que marca “el saldo de su cuenta es…”?

 


Vivir la #vida que quieres, desarollar tus #talentos, hacer lo que te apasiona… vía @agustgrau
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En definitiva, que tú puedes elegir la relación que quieres mantener con el dinero, sin ignorarle, demonizarle o idealizarle. Déjalo, está bien, no te obsesiones con el dinero, pero sé honesto, deja de castigarte por querer ser libre económicamente.

Finalizo invitándote a dejar en los comentarios tu propia reflexión:

¿Qué te preocupa: el dinero o tu libertad financiera?

Patricia Córdoba es Psicóloga online, Coach y facilitadora del cambio. Su meta es ayudarte a ser feliz, enseñándote las herramientas necesarias para alcanzar tus objetivos y tener relaciones más sanas en http://www.tupsicologia.com/