No nos cuentan la verdad sobre la investigación de fármacos y sus precios

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Una de las claves para entender porqué más medicamentos de los que creemos causan graves daños está en que se ocultan datos de los ensayos clínicos que se hacen para validarlos. Un trabajo publicado en British Medical Journal (BMJ) ha revisado información de ensayos clínicos de vacunas (papiloma, gripe, meningococo, neumococo, rotavirus) y concluye que los no patrocinados tienen una mayor probabilidad (4,42 veces) de publicar resultados negativos.

Es decir, que de los ensayos pagados por los fabricantes de vacunas nos enteramos menos de las cosas malas, además de que se publican más tarde, años después de haberse hecho, entendemos que para no entorpecer la campaña de promoción del medicamento o vacuna de turno. Los profesionales que han hecho este trabajo analizaron 384 ensayos. Los resultados negativos se registraron en sólo un 2% de los casos.

Es de destacar que una de las principales bases de datos de ensayos clínicos usada por los investigadores es ClinicalTrials, de reciente creación gracias a las presiones de la sociedad civil para que en ella los laboratorios viertan los datos de sus experimentos y por tanto estos sean públicos.

La conclusión de lo que publica BMJ es que la mayoría de los ensayos de vacunas son comunes los retrasos en la publicación de varios años y que si estos son financiados por la parte interesada es más probable que se oculten datos de interés para quienes luego van a recibir esas vacunas.

Queda claro que hoy las pruebas que se hacen con los medicamentos antes de comercializarlos tiene que ver mucho con el marketing. De los fármacos que se necesita receta para ser expedidos NO se puede hacer publicidad (en casi todos los países con alguna excepción como Estados Unidos o Nueva Zelanda).

Por ello qué mejor promoción de un medicamento que contar las bondades encontradas en los ensayos clínicos. Sólo que si no contamos también las cosas negativas y además lo hacemos tarde estamos manipulando esa información que es clave para la ciudadanía.

Parece pues que se avanza en el conocimiento público sobre lo que ocurre con los ensayos. Pero y ¿qué sucede con los precios de los fármacos? En general, los precios de los medicamentos nuevos son muy altos y ello se justifica por lo mucho que cuesta investigar y desarrollarlos. En parte es cierto, como también que las empresas farmacéuticas, por razones comerciales, no revelan los métodos empleados en sus estrategias de precios. Hay poca transparencia en torno a los medicamentos.

Algunos científicos consideran que el costo de sacar nuevas drogas al mercado es demasiado alto, de manera que los pacientes no pueden adquirirlas. Las negociaciones entre Administraciones y laboratorios son poco conocidas. Necesitamos saber más sobre cómo se decide el precio de cada medicamento, sobre todo de lo de financiación pública.