Siento especial atracción por el color dorado, y diría que la culpa la tiene esa frase hecha que tantas y tantas veces hemos escuchado desde que éramos bastante pequeños a modo de lección de vida: No es oro todo lo que reluce… Y ciertamente no siempre todo lo que parece oro reluce… o sí, porque todo dependerá de cómo tu mente quiera ver y entender las cosas.A veces, esta expresión es la causa de que renunciemos a oportunidades que se nos ofrecen, por miedo a que no sean realmente tan perfectas o atractivas como parecen. Pero quien tiene miedo, tú o aquellos que nunca se atrevieron con ese oro reluciente que tuvieron entre sus manos y pensaron: demasiado bueno para ser verdad.Si no te equivocas, si no cometes errores... ¿como pretendes acertar? Nadie nace sabiendo, es así de simple, para aprender a caminar antes has tenido que caerte muchas veces. Soy de las que piensa, que la perfección no existe, pero me resulta bastante divertido intentar alcanzarla. Y si me equivoco, a comenzar de nuevo.
Y como me encanta el color dorado, no he dudado en incluir estas preciosas sandalias doradas en mi armario. Sandalias que estrené este pasado domingo luciendo un look casual en el que combiné short, top corp de volantes y kimono con el que parece ser rey este verano, un turbante de flores.
Con amor... Lolemma ♥