"Las desgracias son como cuchillos; tanto podemosservirnos de ellos como cortarnos con ellos. Tododepende de si los cogemos por el filo o por el mango". JAMES RUSSELL LOWELL.
El éxito nos llega sin razón aparente. La tragedia nos golpea como un tren de carga. Tenemos que habérnosla con los resultados. Podemos dejar que nuestros egos se crezcan ante la súbita buena fortuna, o podemos aceptar humildemente el fruto de nuestro trabajo y continuar mejorándonos. Podemos sentirnos derrotados y dejarnos abatir tras una tragedia; o bien podemos sentirla, alzarnos y empezar a caminar para continuar nuestra vida.
Vea las situaciones que se le presentan en su vida. ¿Se le ha concedido el éxito? ¿Está aprendiendo la lección de la pérdida? Tal vez lo suyo sea el don de la vida corriente. No alardee su dolor. Y tampoco se duerma en una vida corriente. Perderá su sentido de la maravilla y de la sorpresa; y cuando eso concluya no sabrá en dónde ha estado. No siempre podemos controlar lo que nos sucede. Necesitamos dejar ir cualquier tipo de pensamientos falsos que podamos albergar. Podemos decidir el manejar la situación de la misma manera que escogemos la forma de agarrar un cuchillo, ya sea cogiéndolo por el mango o por la hoja. Tenga cuidado con el borde cortante.
Lo que usted haga con aquello que le ha sido concedido es algo importante.