No rindas cuentas a nadie, se tu propio juez

Por Ana

Cada uno de nosotros tenemos nuestras aspiraciones y objetivos, sabemos cuando nos equivocamos, cuando hacemos las cosas con cariño y cuando no, sabemos si nos estamos comportando como buenas personas o no. No necesitamos que nadie nos lo diga. No tenemos que dar explicaciones a nadie. Porque además esa otra persona tampoco lo entendería, pues no le podemos contar las infinitas circunstancias que acontecieron, nuestros impulsos, nuestra naturaleza, y millones de cosas que influyen para que las cosas salgan de una determinada manera. Siempre le daríamos una información parcial. Por otro lado, no debemos someternos a nadie. Nadie debe juzgarnos, ni juzgar nuestras acciones. Y si lo hacen no debemos darle ninguna importancia, no debemos modificar nuestra opinión por un criterio externo. Si nos sentencian como egoísta, eso no nos debe doler, porque no nos tiene que importar la opinión de los demás. Como dice el refrán "Sabe más el loco en su casa que el cuerdo en la ajena". En resumen, lo que tenemos que trabajarnos, es que no nos influyan demasiado las opiniones de los demás. No actuemos para recibir aplausos, sino según nuestros criterios.El consejo 64 de Gurdjieff a su hija fue: 
No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.