Cada vez que podés contestar No Sé porque realmente, no sabés, muy por
el contrario de lo que se podría imaginar, estás demostrando un
extraordinario poder personal. El estado de ignorancia es el que nos permite
avanzar en nuestro aprendizaje, ser auténticos y no pretender ser quiénes
no somos.
No Sé es una declaración, un acto del habla vinculado estrechamente con
nuestra efectividad personal.
Representa una de las fuerzas motrices más poderosas en el proceso de
transformación personal y de creación de quienes somos.
El lenguaje distingue al Ser Humano y le da la posibilidad de transformarse
a sí mismo, en la búsqueda de su bienestar y felicidad, como fin último.
Dependerá de cada uno de nosotros, lo que elijamos (personas, relaciones,
situaciones, cosas) que constituya ese espacio.
Cualquier problema del ser humano es un problema de lenguaje y la solución está en el mismo lenguaje.
Muchas veces, caemos en la falta de disponibilidad del No Sé porque no sabemos que no sabemos, o creemos que lo que conocemos respecto de lo que se está hablando es suficiente y no hay más para aprender.
La forma de evitar esta falta de habilidad es practicar la escucha , esperar a recibir la información, y luego sí, ver qué podemos aportar.
Otra variable se desprende del contexto en el que nos encontramos. Por ejemplo, si somos profesionales en determinada materia, podríamos temer aparecer como no idóneos, cuando no sabemos algo. Puede que el resultado sea ése porque la cultura en la que estamos inmersos sostiene el mandato de saberlo todo. Ante ella podrás elegir si dejás que el entorno tenga más poder que vos –si es que tu actitud es la de aprendiz permanente y no la de figuración apócrifa- o podés ver la situación como una oportunidad de gestionar un cambio productivo.
¿Te ha pasado alguna vez que creías saber algo y luego te diste cuenta de que no lo sabías?
¿Cómo te sentiste?
¿Avergonzado?
¿Cuánto te cuesta declarar No sé?
¿Cuál es el beneficio que obtenés cuando evitás declarar No sé y corrés el riesgo de quedar expuesto en tu torpeza?
¿Qué te parece mejor, declarar No sé o fingir que sabés?
Te pido –por vos mismo- un contacto honesto con vos mismo mientras contestás estas preguntas porque solo con la lectura, te puede parecer, prima facie, que este tema lo tenés superado… mas resulta que cuando tenés que atravesar la vivencia de tu declaración de No Sé, aparecen los colores en tus mejillas, te ponés nervioso y tiembla tu seguridad.
¿Qué te impide a vos, decir No Sé?
Creo que la pregunta que te motivará a cambiar tu mirada sobre declarar No Sé es…
¿Cuán comprometido estás en tu crecimiento y transformación personal?
La ceguera del No Sé augura mucha luz.
Te invito a escuchar el siguiente cuento… “La fábula de los ciegos.” Hermann Hesse