No sin mi teta...a veces, sí

Por Drajomeini @DoctoraJomeini

Hace unos días que twitter y la blogosfera maternal se llenan de mensajes con el hashtag #nosinmiteta, iniciado en el blog Diario de mi embarazo y mi maternidad. Paris, para quien no la conozca, es una bloguera que comenzó un blog en el 2010, tras ser mamá de María, una niña muy deseada. Un día del año pasado, en un post tan tierno como doloroso, Paris contó que tenía cáncer de mama. Y esta semana refiere, indignada, que tras la cirugía la van a dejar mutilada (sin su teta) durante mucho tiempo por los recortes.  No es mi intención polemizar, pero el post me llama mucho la atención por varias cosas. En principio, por la explicación del cirujano: 
Ayer en la consulta fue así:
(Dr)
Hasta que no tengamos resultados finales de aquí unas semanas no podemos valorar si haremos cirugía conservadora o radical.
(Yo)
Que significa radical, toda fuera?
(Dr)
Sí toda, y ganglios axilares.
(Yo)
Bueno y cómo funciona? me reconstruyen al momento o después?
(Dr)
No no, no reconstruimos al momento, has de dar radioterapia y no se puede.
(Yo)
Claro, entonces implantes provisionales...
(Dr)
No, sin nada, mastectomía y ya está.Para la reconstrucción hay de 1 año a 2 de lista de espera.
(Yo)
Cómo??? no puede ser...no me diga eso, que me muero!
Si el cáncer no me mata lo hará la pena.
El Dr se encoje de hombros y espera en silencio mientras yo me estoy abanicando y aguantado las lágrimas, no quiero hacer un numerito. Sigue en silencio y me dice ...de acuerdo ?(mientras me extiende la mano para despedirme de su consulta).
Es una de las explicaciones más frías que he leído nunca. La realidad es que, cuando se opera un cáncer de mama, cada paciente es diferente. 
Si la cirugía es pequeña (una tumorectomía, se llama) y los ganglios de la axila son negativos (es decir, que no tienen indicios de tumor), se puede plantear una reconstrucción mamaria sobre la marcha.En ese caso, que además suele ser el menos frecuente, sí. 
Si la paciente tiene que someterse a quimioterapia, la cirugía de reconstrucción debe retrasarse porque el cuerpo no está en condiciones de aguantarla (la reconstrucción es una cirugía, con sus riesgos y complicaciones, no lo olvidemos). Y lo más importante es salir para delante, no la prótesis mamaria.
Cuando a eso hay que unirle la radioterapia, la piel no se recupera para una cirugía de prótesis mamaria hasta casi dos años después. 
Y, además, muchas veces, las prótesis entorpecen el diagnóstico de las recidivas. 
Eso es lo que el cirujano debería haberle explicado a Paris. No encogerse de hombros. No permanecer en silencio mientras ella traga el nudo de miles de preguntas que no se atreve a formular. 
Otra cosa que me llama la atención es el artículo de 20 minutos que se cita al final. No sé si en el Congreso ese de la SECPRE repartieron alucinógenos, pero es evidente que lo que cuentan, en el sistema público de salud, ahora mismo, es inviable. Una persona con cáncer diagnosticado espera dos meses mínimo para someterse a una mastectomía. Dos meses en los que su cáncer sigue progresando, con los consiguientes riesgos. Pero nadie hace un hashtag con #nosinmicáncer. Y por eso es por lo que deberíamos luchar de verdad. Señoras mías, no se operan reconstrucciones de forma immediata porque los quirófanos en los que se hacen son los mismos en los que se operan a esas mujeres a las que aún no se les ha quitado el cáncer. Y no hay más. Son los que son. Es verdad que la reconstrucción, SI EXISTE POSIBILIDAD, debería ser lo más rápida posible. La mastectomía te deja siempre la sensación de estar mutilada, de que atacan tu belleza y tu feminidad. Pero los recursos son escasos y hay que priorizar. 
Lo siento, Paris. Deseo que tengas la mejor de las suertes y que te quedes #sícontuteta, lo antes posible. Y créeme cuando digo que siento ser la voz discordante. Pero yo sé lo que pasa al otro lado y no quería que la campaña llevara a errores y a falsas esperanzas por desinformación. Tal vez, porque el hashtag correcto es el que llevan gritando los médicos de Madrid todo el año pasado : la sanidad pública es un derecho. La sanidad no se vende, se defiende. Y mientras no la defendamos, seguiremos esperando años para operar una prótesis. Porque eso - por supuesto - favorece a la privada.