El hecho que en los últimos años el Camal Municipal de San Vicente de Cañete–se haya convertido en un foco infeccioso, parece no ser una preocupación para que lo que el distrito capital tiene por alcalde.
En dicho establecimiento, se continúa sacrificando el ganado vacuno, ovino y porcino a pocos metros de aguas estancadas y contaminadas. En ese sentido – los vecinos cercanos a la zona y gente entendida en salubridad – hicieron un llamado al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), para que inspeccione este centro de beneficio y verifiquen el estado situacional. Se conjetura que no cuentan con un bodigestor – espacio donde se depositan todos los excrementos para su posterior incineración.