Un interesantísimo estudio entre 1500 hombres y mujeres de la Universidad de Pittsburgh demostró que aquellas personas que se enfadan y a menudo sienten ira, cólera, furia o irritaciones, tienen cuatro veces más posibilidades de tener ataques al corazón que las que tienen mejor carácter. Igual que cuando aprendemos a calmar la ira tan pronto la sentimos, disminuimos notablemente la posibilidad de que nos dé una embolia o derrame cerebral. Y en el caso de mujeres, el estudio demostró que las que guardaban resentimientos y se enfadan con facilidad "sufrían seis veces más de dolores de pecho que las que no lo hacían, igual que como regla general tenían el colesterol alto y al menos 10 kilos (22 libras) de exceso de peso".
Un interesantísimo estudio entre 1500 hombres y mujeres de la Universidad de Pittsburgh demostró que aquellas personas que se enfadan y a menudo sienten ira, cólera, furia o irritaciones, tienen cuatro veces más posibilidades de tener ataques al corazón que las que tienen mejor carácter. Igual que cuando aprendemos a calmar la ira tan pronto la sentimos, disminuimos notablemente la posibilidad de que nos dé una embolia o derrame cerebral. Y en el caso de mujeres, el estudio demostró que las que guardaban resentimientos y se enfadan con facilidad "sufrían seis veces más de dolores de pecho que las que no lo hacían, igual que como regla general tenían el colesterol alto y al menos 10 kilos (22 libras) de exceso de peso".