Aunque muchos sistemas de teleasistencia pasarán de ser ofrecidos gratuitamente a instaurar el sistema de copago y muchos usuarios dejarán de disfrutar de la protección de la teleasistencia, la mayoría de los programas de teleasistencia se mantendrán y las instituciones públicas competentes, especialmente los ayuntamientos y las diputaciones, están intentando mantener el servicio tras el recorte presupuestario del Estado.
Por ejemplo leemos estos días que, la Diputación de A Coruña asumirá el año próximo el cien por cien del coste del servicio de teleasistencia en 91 de los 94 ayuntamientos de la provincia.
O que el ayuntamiento de Alcobendas dará continuidad a la teleasistencia y la Ayuda a Domicilio. La Diputación de Alicante garantiza la teleasistencia domiciliaria gratuita en 2013. La Diputación de Ourense asumirá en solitario el coste que supone el servicio de teleasistencia en la provincia para que los 1.893 usuarios que están acogidos a esta prestación no la pierdan. El Principado de Asturias mantiene la teleasistencia a mayores no dependientes
Y siempre quedará el consuelo de la consolidación de las tecnologías de teleasistencia en nuevos países donde hasta ahora no disfrutaban de esta prestación como es el caso de Chile, donde empresas españolas están implantando el servicio de teleasistencia en varias comunas del país.