No nacemos con un manual de instrucciones bajo el brazo que nos diga qué nos espera en esta vida, cómo enfrentarnos a las situaciones difíciles o qué pasos debemos seguir para ser felices. Si ese fuese el caso la vida sería mucho más sencilla, al saber todo lo que nos espera, sí, pero un poquito aburrida ¿no creéis? La vida tienen sus momentos malos, pero también tiene muchísimos buenos. No podemos quedarnos pensando en todo lo malo que nos ha pasado sino en cómo hemos salido de esas situaciones para así aprender cómo enfrentarnos a ellas en caso de que nos vuelva a pasar algo similar. Se trata de ser fuerte y de esforzarnos por ser una mejor versión de nosotros mismos cada día.
Hay cosas que se consiguen con facilidad y otras que cuestan un poquito bastante más, pero que hacen que nos sintamos mucho más orgullosos de nosotros mismos al saber que hemos conseguido lo que nos habíamos propuesto aunque nos haya llevado mucho más tiempo del que pensábamos. Pero lo importante no es el tiempo que hayamos tardado en conseguir algo, en recorrer ese camino, sino en la experiencia conseguida durante ese recorrido. Ya que es esta experiencia la que nos ayuda a ser mejores, es esta experiencia la que nos hace más fuertes, más inteligentes, con la que aprendemos a enfrentarnos a situaciones difíciles... porque nadie dijo que iba a ser fácil, pero si realmente te lo propones puedes conseguir lo que quieras.
¡Ánimo y feliz miércoles!¡Hasta la semana que viene! Un besazo :-)