Caminando por el barrio de Monserrat, llegamos a La Plaza de Mayo, la plaza más antigua de la ciudad, escenario de todos los acontecimientos más importantes de la historia argentina.
Se llama Plaza de Mayo en homenaje a la Revolución del 25 de mayo de 1810 que ocurrió en este lugar. Aquí se fundo por segunda vez la ciudad en 1580 por Juan de Garay. Alrededor de esta plaza creció la primitiva aldea. Aquí se realizaron alguna vez corridas de toros.
Esta plaza fue testigo de revoluciones, variedad de presidentes se asomaron al histórico balcón de la Casa Rosada, hasta Madonna canto alli "No llores por mi Argentina" para la película Evita.. Fue y es el escenario de todos los acontecimientos que la tienen como lugar de referencia obligado.
Pero en esta noche seminublada, con presagios de tormenta, contradictoria para la estación del año, (como mostrando como somos los argentinos) solo quiero pasear por ella disfrutando de sus luces, de sus matices, de sus olores, recordando los momentos, aquellos en que traíamos a nuestro hijo para que aprendiera como era imaginar el pasado, los mágicos momentos del bicentario, donde, en otra noche especial con la alegría de festejar a la patria, todos convivimos en paz y nos sonreíamos unos a otros, aunque nuestras ideas fuesen opuestas, en La Plaza estaba La Patria y la festejábamos, las palomas comiendo de nuestra mano, tantos recuerdos, tanta serenidad, mis sentidos se llenan de lo que La Plaza me ofrece, me estremezco y digo "¡Qué hermoso es este lugar!". "¡Qué hermoso poder disfrutarlo con la felicidad del amante que observa al objeto de su amor como en trance!"
La Casa Rosada, el balcón histórico es el primero de la izquierda del cuerpo central.
Rodean a la plaza edificios emblemáticos, la Catedral Metropolitana, donde ofició tanta veces la misa el actual Papa Francisco, en el fondo se puede distinguir el Obelisco.
La Pirámide de Mayo construida en 1811 para celebrar el aniversario de la Revolución de Mayo, reformada en 1856 por el artista y arquitecto Prilidiano Pueyrredón.
Otra vista de la Pirámide de Mayo y el edificio Central del Banco Nación.
Desde una de las esquinas de la plaza podemos observar el Consejo Deliberante.
Los canteros que se encuentran en el extremo de la plaza, en el fondo, a través de las luces de los autos que marchan sobre la Avda. de Mayo, se puede ver el Congreso Nacional.
El Cabildo, aquí se sucedieron todos los hechos de la Revolución de Mayo, claro no es el original, porque se le cortaron los laterales para abrir las diagonales que lucen orgullosamente sus luces que desafían a la noche.
Otras tomas de los lugares ya mencionados.
A mi parece como estar en un lugar lleno de vida , con historia de traiciones, de valentía, de héroes y no tanto. De personas que gritaron y seguimos gritando: "Libertad".
Pero toda historia tiene su personaje diabólico, a continuación entra en escena...
La agencia recaudadora de impuestos, custodia nuestro paso y calcula nuestros gastos, pero no importa, no puede gravar nuestros sueños ni nuestras esperanzas.
Noche de invierno en Buenos Aires, 21ºC, ciudad contradictoria, llena de contrastes y habitada por seres muy especiales, sus ciudadanos.
Querida Plaza, gracias por toda la belleza, por todo lo que me das cada vez que te visito.
Te quiero Plaza de Mayo, te quiero Buenos Aires, te quiero Argentina, por la alegría que tu belleza me otorga.