Hoy tenemos en casa a una invitada muy especial, la diseñadora Miriam García de muy exquisito paladar. Viene a comer, así que nada más saberlo me he dispuesto a hacer la compra para realizar una de mis recetas pendientes. Tenía muchas ganas de preparar ñoquis, y aprovechando que la calabaza se encuentra en todo lo suyo, les damos un toque otoñal, que acompañado de un poco de miel y unas semillas le aportan un toque fantástico. El resultado ha sido estupendo, un plato del que no ha sobrado nada y que espero que os guste tanto como a ella.
INGREDIENTES
500 gr. de calabaza limpia y pelada.
250 gr. de harina todo uso.
50 gr. de queso parmesano en polvo.
Un buen puñado de hojas verdes y brotes.
2 Cucharadas de aceite de oliva.
Un puñadito de mezcla de semillas.
2 Cucharadas de miel.
Sal y pimienta.
Un trozo de queso parmesano.
- Precalentamos el horno a 180ºC. y asamos la calabaza cortada en taquitos hasta que comience a dorarse (unos 30 min). Retiramos del horno, dejamos enfriar un poco y hacemos un puré con ella. Salpimentamos, añadimos el parmesano en polvo y la harina poco a poco hasta obtener una masa que podamos trabajar con las manos.
- Extendemos un poco de harina sobre la superficie de trabajo. Dividimos la masa en tres o cuatro partes y vamos amasando dando forma de rodillito alargado y fino, del grosor de unos 2 cm. Una vez listos cortamos porciones pequeñas de la masa de unos 2 cm más o menos, redondeamos un poco y los depositamos en un plato enharinado y los cocemos en abundante agua hirviendo durante unos 3 min, Sabremos que están terminados cuando floten. Escurrimos y reservamos.
- En un cuenco grande mezclamos las hojas verdes con lascas de parmesano, un poquito de aceite de oliva y sal. Servimos los platos colocando un buen puñado de ensalada, sobre esta los ñoquis, las semillas y una cucharada de miel.
En este plato podemos tomar los ñoquis fríos, tibios o calientes. Aunque parezca un poco laborioso, en realidad es muy fácil de realizar y el resultado merece la pena,
Cuando estemos amasando, tenemos que llevar cuidado de no añadir harina de más, ya que nos pueden quedar un poco duros una vez cocinados.Cuando los cortemos, les podemos dar forma cuadrada, rectangular, redondeada o hacerles unas estrías con ayuda de un tenedor, eso lo dejamos al gusto personal.
Una vez amasados y cortados los podemos congelar sin problema y tenerlos listos para el momento de cocinar, podemos duplicar las cantidades, y realizar el doble para guardar y tener siempre a mano, ya que con casi cualquier salsa quedan estupendos, un pesto genovés o una salsa de tomate les sienta fenomenal.
Nuestra amiga y diseñadora ha quedado encantada y espero que vosotros también!