Norman Mailer y los grafitis

Por Marcelo Caballero

Uno de los más grandes escritores contemporáneos, NormanMailer siempre estuvo atento a  los movimientos culturales que afloraban en el siglo XX en Nueva York, su ciudad adoptiva.Todo ello, ejercía una poderosa influencia en su literatura y tampoco fue ajeno a la irrupción, a principios de los ’70 del siglo pasado,  de la primera generación de grafiteros neoyorkinos.Resulta que Mailer le habló sobre todo ello al fotógrafo Jon Naar quien hizo unas 3.000 fotografías entre diciembre de 1972 y enero de 1973 y una selección de esas fotografías fueron publicadas con textos del escritor ese año: La fe del grafiti.Muchos años después, en el 2010, 451 Editores publicó este magnífico y pionero libro en español y quiero compartir con ustedes, algunos párrafos de los escritos de Mailer que tienen vigencia en el discurso del grafiti contemporáneo.

© Jon Naar


“En un acto criminal siempre hay arte, pero los grafiteros están en el extremo opuesto de los criminales porque viven todas las fases del crimen para cometer un acto artístico”.“Los grafitis son la expresión de un gueto que es como una plaga, ya que ahora la civilización es hostil al gueto. Los obstáculos para cualquier desarrollo natural del hombre civilizado son demasiado grandes”.

© Jon Naar

“ En el gueto es casi imposible encontrar un lugar tranquilo para desarrollar tu identidad. No, en el entorno de la barriada, el valor de exhibirte tú mismo es tu único activo, y el crimen es el proceso productivo que convierte tal activo en los poderes contemporáneos del mundo: el ego y el dinero. Pero con una diferencia. Los chicos trabajan juntos. Ahora la pintura rupestre e colectiva.”

© Jon Naar


”Los grafitis perduran en las puertas del metro como recuerdo de lo que podrían haber sido, nuestro primer arte kármico, como si, efectivamente, todas las vidas siempre vividas sonaran ahora como los clarines de los ejércitos que se reúnen allá, tras las montañas, donde no alcanza la vista” señala a lo último de su valioso texto, el escritor Norman Mailer.

Hasta el vienes!


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