La idea del Normcore se basa en algo así como "he abierto el armario y me he puesto lo primero que he visto", aunque en realidad se trata de un estudiadísimo look muy lejano de ser casualidad que, con prendas básicas pero elegantes, visten de sencillez a quien las sabe combinar.
En esto de la moda, sucede un poco como en la informática: cuando terminas de cogerle el truco a lo último, deja de serlo. Surgen nuevos estilos y no podemos (no debemos) quedarnos atrás. Así que aquí está la última en llegar para poneros al día en una nueva tendencia que, personalmente, me encanta: el Normcore. El famoso fondo de armario donde una camiseta básica o alguna de esas camisas blancas algo masculinas, toman protagonismo, los chándals de toda la vida (el toque sporty sigue arrasando), unas bonitas y sencillas bailarinas o los mocasines ya de cara a este otoño. Los jeans rotos, los mismos que llevan ahí en la percha desde hace un par de años (o más). Colores neutros, poco llamativos. Es decir, huir de las tendencias, aunque tal vez creamos una nueva tendencia al huir de ellas... Irónico cuanto menos. El Normcore es algo más que un estilo de vestir. Se trata un poco del sentimiento consumista asociado a la moda e incluso asociado a una identidad social. Ahora lo que está de moda es la "no moda". Recuperar aquellas prendas olvidadas en el cajón como una declaración de intenciones en contra del consumismo. Una nueva cultura que ya está a pie de calle y que no mira etiquetas ni precios, porque tan sólo tú y tu armario marcáis el paso. Pasar desapercibido por las calles es la nueva tendencia. No parece difícil ¿no es cierto? Suerte en vuestra elección.