Hoy viajamos a las antípodas, concretamente a Melbourne (ya habíamos estado en Byron Bay) para enseñados la casa protagonista del post sobre decoración.
La casa pertenece a la diseñadora de interiores Amanda Lynn y su esposo Leon Levine. Este espacio tiene historia y es que era parte de un almacén en el siglo XIX. Después se transformó en vivienda, gracias a ellos. Derribaron todo el interior y la construyeron de cero a su gusto. Obviamente, el diseño interior corrió a cargo de Amanda que hizo un exquisito uso del color, apostando por las paredes oscuras (de las que ya os hablé la semana pasada) combinadas con colores vibrantes y con la colección de arte contemporáneo que posee la pareja ¡Hay cuadros en la cocina! Me llamó la atención este detalle porque nunca había visto una casa con uno en este lugar. Aunque he de decir que, sinceramente, no sé si será el mejor lugar teniendo en cuenta los vapores y olores de esta estancia de la casa.
Créditos: The Design Files.