Nota de prensa: Acero vitrificado, un material para la pureza estética de formas

Por Arquitectitis

Con más de 200 empleados en dos centros de producción en Goslar (Alemania), Alape produce estéticas soluciones de lavabos completos para los espacios privados y semipúblicos. Los lavabos y lavabos suspendidos de Alape destacan por sus superficies y geometrías elaboradas con precisión. Esta incomparable pureza de formas surge gracias a un alto nivel de minucioso trabajo artesanal, pero especialmente gracias al empleo de acero vitrificado, un material para una precisión máxima y mayor libertad creativa, Alape apuesta por un diseño purista y un lenguaje de formas sencillo.  Este material, del que se fabrican lavabos y lavabos suspendidos, está indisolublemente vinculado a ello. Las superficies y cantos limpios y las formas básicas geométricas elaboradas con precisión de los productos Alape sólo pueden conseguirse con acero vitrificado.  Este material compuesto de elementos de acero resistentes y al mismo tiempo ligeros y de una superficie de vidrio finísima y homogénea permite formas tanto innovadoras como técnico-funcionales y ofrece el máximo grado de flexibilidad para un diseño individual del producto. De este modo se pueden fabricar lavabos y lavabos suspendidos con una superficie completamente plana o cantos con radios de hasta 89 grados. Debido a que los lavabos, por el contrario a la cerámica, no dependen de ningún molde de fundición predefinido pueden seguir modificándose dentro del proceso de fabricación en versiones especiales. Así, por ejemplo, en lavabos suspendidos se pueden integrar anchuras individuales y cortes de precisión milimétrica para grifos o sistemas dosificadores. Alape sintetiza las características del acero y del vidrio en un procedimiento especial. Los lavabos y lavabos suspendidos conformados en acero en primer lugar se pulverizan manualmente con un finísimo vidriado de base. A continuación se cuecen en un horno a 830°C. Este proceso se repite con vidriados cromáticos extrafinos. Mediante el proceso de cocción, el vidriado se funde indisolublemente con el núcleo del acero convirtiéndose en un material único: el acero vitrificado. El grosor del material de los lavabos y lavabos suspendidos alcanza así de 2 a 3 mm. Esto permite las formas claramente geométricas de los lavabos completos y la apariencia ligera y afiligranada de muchos productos de Alape, como el clásico lavabo tipo bowl. El acero vitrificado consigue formas tan precisas y superficies planas que mejoran la estética global del lavabo completo. Además los huecos existentes se pueden utilizar para suministros y desagües ocultos y como espacio útil de almacenaje en el baño, contribuyendo a la funcionalidad de los productos de acero vitrificado de un modo innovador. El acero vitrificado es duradero. Este material aúna las ventajas de dos materiales diferentes: la estabilidad y ductilidad del acero con la dureza y la resistencia química del vidrio. Esta combinación convierte a los lavabos y lavabos suspendidos de acero vitrificado en absolutamente resistentes y longevos. El finísimo vidriado aplicado forma una superficie dura como el vidrio que es absolutamente resistente a golpes y a rayaduras. De modo similar al caso de una fibra de vidrio, cuanto más resistente sea la superficie más fino es el vidriado que se aplica. Por ello, un producto Alape de acero vitrificado puede resultar dañado únicamente mediante una acción violenta. Tampoco los cambios bruscos de temperatura de hasta 300°C tienen ninguna influencia sobre la materialidad del acero vitrificado. Un rango de temperatura de -60°C a 450°C no representa ningún problema para los lavabos y lavabos suspendidos de Alape. Con el acero vitrificado las superficies no pueden sufrir un engrisecimiento o amarilleo ya que el color se funde junto con el vidriado en el proceso de cocción de modo definitivo. Incluso las radiaciones UV extremas no pueden alterar la superficie de color brillante. Durante el proceso de fabricación no se utiliza ningún material contaminante. El acero vitrificado se puede reciclar al 100% sin dañar al medio ambiente. El acero vitrificado es higiénico y fácil de limpiar. Las bacterias y microorganismos no pueden encontrar un medio de cultivo en su superficies cerradas y sin poros. Si se desea, los productos Alape se pueden refinar mediante un recubrimiento especial que, con su efecto repelente a la suciedad y antibacteriano, impide adicionalmente la acumulación de suciedad y cal o la propagación de bacterias en la superficie. La superficie lisa y cerrada del acero vitrificado produce una sensación muy agradable en contacto directo con la piel.  Un sistema insonorizante de alta calidad de Alape proporciona a los lavabos además una magnífica armonía. El acero vitrificado aúna pureza de formas, estética y confort. Este material ofrece libertad creativa para soluciones individuales de lavabos completos de máxima calidad. Alape permite experimentar las propiedades de este material único en la estética de sus productos.