[NOTA] La megaestrella que nunca ha roto un plato

Publicado el 10 julio 2015 por Marta @muyalboranista

Iba a escribir que era el producto perfecto, pero no quiero que las connotaciones negativas del término lleven a una mala interpretación, así que diré de Pablo Alborán que es el artista comercialmente perfecto.
Ni el más mínimo atisbo de mancha afea su abrumador currículo. Simpático, talentoso, guapetón, de esos de mirada franca y sonrisa que desarma, romántico empedernido, ni una palabra más alta que otra, solvente compositor, fenomenal intérprete... En fin, la joyita que todo tiburón de discográfica sueña con encontrar en estos desbaratados tiempos. No resulta fácil hacerse una idea real de la dimensión del fenómeno Alborán. Hace no más de una década, cuando Sabina llenaba dos noches la madrileña plaza de Las Ventas, se hablaba de ello en términos de heroica gesta. Pues bien, el amigo Alborán viene de abarrotar el pasado mes de junio el coso madrileño durante tres noches consecutivas y de colgar dos noches más el sold out en el barcelonés Palau San Jordi, comprometiéndose a dar un nuevo concierto en octubre en ese mismo recinto para satisfacer a quienes se quedaron sin entradas.
Hace un par de semanas, los informativos recogían la noticia de que algunas de sus fans acamparon durante 16 días sí, sí, dieciséis, a las puertas de la plaza de toros de Valencia para garantizarse la primera fila en su concierto. Y, lo dicho, todo esto logrado sin romper un plato. Con tan solo 25 años y tres álbumes de estudio, Pablo Alborán ha conseguido una treintena de discos de platino, ha sido durante cuatro años consecutivos el artista que más discos ha vendido en España y el éxito de su carrera se extiende ya a todos los continentes. Prueba de ello es que en su gira Tour Terral hará escala en más de 20 países. Una dimensión a priori solo imaginable para las leyendas del pop o del rock. ¿Qué tiene entonces este chaval que tanto gusta? No es fácil dar con las claves, porque a buen seguro que no son pocas. El propio Alborán reconocía hace unos días que «el salto que he dado ha sido muy bestia». 
Nadie cuestiona la solvencia de sus composiciones, pero no es menos cierto que ha habido grandes creadores de fantásticas canciones que no han alcanzado ni de lejos su trascendencia. Seguramente tampoco le ha sido ajeno el esfuerzo promocional de su compañía, pero, ¿con cuántos lo han intentado y han fracasado? Los analistas destacan su cercanía, su complicidad, ese rol de hijo adorable o de yerno magnífico. Y ciertas dosis de compromiso. «Alguien debería dar un puñetazo en la mesa y arreglar el país. Porque el ciudadano lo está pasando mal. Muy, muy mal», reprobaba en una reciente entrevista.En el escenario, los conciertos de esta gira se alargan hasta las dos horas. En ellos repasa las canciones de Terral al tiempo que rescata los éxitos de sus anteriores trabajos. El malagueño aparece arropado por un grupo de seis músicos de factura incontestable, con una espectacular puesta en escena con la que, aseguran desde su promotora, «consigue crear en cada momento el clímax ideal». Suelen ser los suyos conciertos redondos en los que en rara ocasión se sale del guion, haciendo que cada canción sea un himno a compartir.
Fuente: La Voz de Galicia.