Siguiendo los pasos de otras gigantes farmacéuticas, Novo Nordisk ha comunicado que planea invertir hasta 100 millones de dólares en su planta de I+D en Beijing. De esos, 40 millones serán utilizados para crear nuevos laboratorios que deberían estar abiertos a finales de 2011. La compañía ha afirmado que añadirá 200 puestos de trabajo al centro en 2015, haciéndolo el centro de I+D más grande establecido por una farmacéutica no china hasta la fecha. En 2008, Novo Nordisk invirtió 400 millones de dólares en una fábrica para tratamientos de diabetes. En ese momento, fue la mayor inversión de la compañía fuera de su país natal, Dinamarca.
China está captando una cuota creciente del presupuesto global para la I+D mundial, ya que las farmacéuticas se dan prisa en aprovechar el potencial sin explotar de la población masiva del país. A principios de esta semana, el jefe ejecutivo de Quintiles, Dennos Gillings, especuló con que China pudiera eventualmente desplazar a los EEUU como líder mundial en I+D biotecnológica. La preocupación acerca de los costes farmacéuticos, los problemas de seguridad crecientes en los EEUU y la buena disposición de la China para financiar una I+D básica, han atraído la apuesta de muchos de los fabricantes principales en el país.