Las
proteínas protectoras que mitigan la destrucción de las células nerviosas
después de un accidente cerebrovascular pueden administrarse en el cerebro a
través de la nariz, como lo demostraron los investigadores de la Universidad de
Heidelberg con un modelo de ratón. Los resultados más recientes de este trabajo
publicado en Molecular
Therapydemostraron que la
actividad cerebral contrarresta la muerte de las células nerviosas. A nivel
molecular, el receptor NMDA juega un papel clave. Si estos receptores no se
encuentran en las uniones de las células nerviosas o sinapsis, pueden causar
daño celular masivo y la muerte. Sin embargo, los receptores NMDA
extrasinápticos tóxicos y las consecuencias de su activación pueden ser
suprimidos. El grupo de investigación descubrió que las proteínas que
desencadenan esta supresión, Activina A y SerpinB2, se producen en el sistema
nervioso en respuesta a la actividad cerebral. Los investigadores sentaron las
bases científicas para un simple "aerosol nasal" que podría reducir
la pérdida de células nerviosas relacionada con la enfermedad este tratamiento
no invasivo y extraordinariamente simple sería eficaz no solo en los casos de
daño cerebral agudo posterior al accidente cerebrovascular, también puede
ayudar a las enfermedades neurodegenerativas crónicas asociadas con una mayor
activación de los receptores NMDA extrasinápticos, que incluyen la esclerosis
lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de
Huntington.