La Escuela de Medicina Tropical
de Liverpool analizo varios compuestos que se unen a los iones metálicos como
potenciales agentes terapéuticos prehospitalarios para el tratamiento de la
mordedura de serpiente. Entre los compuestos probados, se encontró que el
dimercaprol y su derivado ácido 2,3-dimercapto-1-propanosulfónico (DMPS)
inhiben la actividad in vitro de las enzimas del veneno de serpiente que
dependen de los iones de zinc para funcionar. Utilizando modelos animales que
imitan una mordedura de serpiente, el equipo demostró que el DMPS brindaba
protección contra los efectos letales del veneno de las víboras que se
encuentran ampliamente distribuidas en partes de África y Asia. El equipo
sugiere que el DMPS podría utilizarse como un medicamento oral para tratar a
las víctimas de mordeduras de serpiente antes de que viajen a un centro de
salud. Si bien el antiveneno aún puede ser necesario una vez que el paciente
llega a un entorno clínico, el tratamiento temprano con DMPS tiene el potencial
de salvar vidas y extremidades en las comunidades más pobres del mundo al
eliminar los retrasos en el tratamiento.