La
técnica, llamada CRISPR, permite alterar en forma precisa cualquier
posición específica en el ADN de los 23 pares de cromosomas humanos
sin introducir mutaciones no deseadas o fallas. Esta técnica
podría revolucionar el tratamiento de una gran cantidad de
enfermedades, desde cáncer hasta diabetes y síndrome de Down. La
técnica funciona mediante el uso de una molécula de ARN guía que
puede ser programado para que coincida con cualquier secuencia única
deseada de ADN en el genoma humano. La molécula de ARN se une a una
enzima cuyo trabajo es encontrar la secuencia buscada. Una vez
que la secuencia de ADN es encontrada, el ARN se alinea con ella y la
enzima corta "como con tijeras" ambas cadenas de la doble
hélice del ADN en el lugar deseado. Una vez hecho esto, el ADN
defectuoso puede eliminarse y en su lugar se puede colocar nuevo
material genético.