En
el nuevo pensum, desarrollado por la Perelman School of Medicine en la
Universidad de Pensilvania, se enseña a estudiantes de medicina como ayudar a pacientes de alto riesgo en las
comunidades. Al vincularse con los trabajadores de la salud de la comunidad,
los estudiantes comprenden la vida desde una perspectiva diferente. La mayoría
de los estudiantes no habían experimentado pobreza o trauma en sus propias vidas
ni la discriminación, que a menudo impregna la atención médica. El Instituto de
Medicina y la Asociación de Colegios Médicos Estadounidenses recomendaron
recientemente que las escuelas de medicina capaciten a los estudiantes en
habilidades relacionadas con la participación comunitaria, incluida la
"humildad cultural" necesaria para tratar sin prejuicios pacientes de muy diferentes ámbitos de la
vida. Los estudiantes participantes indicaron que lograron una mejor
comprensión de las circunstancias de la vida, desde la falta de vivienda hasta
la dificultad de obtener un taxi en los barrios del centro de la ciudad, y como
esto afecta la atención médica de los pacientes. En los países como Venezuela
esta formación tiene años aplicándose y sin embargo los países desarrollados
con alta tecnología médica ahora es que se dan cuenta de lo importante que es,
que los médicos conozcan y apliquen lo que se conoce como medicina preventiva a
nivel comunitario.