Nuevo enfoque sobre la biología de la cicatrización de heridas

Por Jesus Gutierrez @saludymedicina

Una investigación del Departamento de Dermatología y Biología Cutánea de la Universidad Thomas Jefferson publicada hoy en la revista Scientific Reports describe una forma novedosa de tomar muestras de las células que se encuentran en las heridas, utilizando apósitos para heridas desechables. Este enfoque no invasivo abre una ventana a la composición celular de las heridas y una oportunidad para identificar las características de las heridas que pueden sanar frente a las que se vuelven crónicas.
Los investigadores estudiaron la epidermólisis ampollosa (EB), donde la cicatrización de heridas se ve gravemente afectada. Los pacientes, desde el nacimiento, sufren de ampollas y lesiones que tardan en sanar y algunas se vuelven crónicas y tienen un alto riesgo de convertirse en un cáncer de piel agresivo. En este momento, es muy difícil predecir qué heridas en un paciente determinado sanarán y cuáles no. Poder tomar muestras de las heridas es clave para comprender los mecanismos detrás de la curación. Los investigadores, recolectaron y analizaron 133 apósitos para heridas descartados de 51 pacientes con EB. Se tomaron muestras de las heridas agudas y crónicas, definiéndose agudas como presentes durante 21 días o menos y crónicas como presentes durante más de 3 meses.
Recuperaron una gran cantidad de células de los apósitos, a menudo más de 100 millones. Cuanto más grande era la herida y cuanto más tiempo pasaba un apósito sobre la herida, más células se recuperaban.luego, caracterizaron las células para ver qué tipo de células están presentes en la herida. Detectaron una variedad de células inmunes que incluyen linfocitos, granulocitos o neutrófilos y monocitos o macrófagos. Al comparar apósitos de heridas agudas y crónicas, encontraron un número significativamente mayor de neutrófilos en los sitios de heridas crónicas. Los neutrófilos son la primera línea de defensa de nuestro sistema inmunológico y, cuando comienza a formarse una herida, son los primeros en llegar a la escena.
Estos hallazgos brindan más información sobre la cicatrización de heridas y podrían ayudar a desarrollar terapias que promuevan el proceso; por ejemplo, los que neutralizan el exceso de neutrófilos o reclutan macrófagos, las células inmunitarias que comienzan la siguiente etapa de curación después de los neutrófilos. Los investigadores ahora planean expandir su técnica, analizando más a fondo las células individuales recolectadas de los apósitos para heridas y el material genético que contienen y esperan que esto revele marcadores genéticos que pueden predecir la curación o la cronicidad.