(Dosmanzanas.com, 27/10/2011)
El movimiento LGTB polaco vive un momento dulce. La elección de dos diputados LGTB, Anna Grodzka (la primera diputada transexual, cuya vida podría ser llevada pronto al cine) y Robert Biedroń (el primer diputado abiertamente gay) ha desatado gran interés en los medios informativos y ha relanzado el debate sobre el reconocimiento jurídico de los derechos LGTB. De hecho, la Alianza de Izquierda Democrática (SLD), que al final de la pasada legislatura promovió un proyecto de ley de uniones civiles abierto a parejas del mismo sexo, y Ruch Palikota (RP), convertida ahora en la tercera fuerza política del país, han pactado tramitar una medida similar.
Miller (que durante la campaña electoral fue muy criticado por Biedroń por su falta de interés en los temas LGTB) parecía así querer adelantarse al RP. Inicialmente esto desató las inquietudes de algunos activistas, que temían que un posible conflicto entre las dos fuerzas que ahora compiten por el liderazgo de la izquierda polaca (y que tienen unas relaciones complicadas) acabara por malograr esta ocasión histórica. Afortunadamente no parece haber sido así. El líder del RP, Janusz Palikot, afirmó que su partido estaba dispuesto a llegar a un acuerdo con la SLD para conseguir la aprobación de una buena ley, capaz de pasar el filtro constitucional (la Constitución polaca define el matrimonio como ‘la unión entre un hombre y una mujer‘ y nadie duda que el partido de derecha populista Ley y Justicia -PiS-, segunda fuerza del país, recurrirá la ley). Tras estas declaraciones, los viceportavoces de la SLD y el RP, Ryszard Kalisz y Robert Biedroń, se han puesto manos a la obra y ya han acordado tramitar conjuntamente la ley, que podría ser presentada este mes de diciembre.
Entre los llamados a preparar el texto de la ley está el ‘grupo de iniciativa para las uniones civiles’ que en los últimos días se ha reunido con ambos partidos. Tomasz Szypuła, miembro del grupo y presidente del colectivo LGTB más importante del país, la Campaña contra la Homofobia (KPH), ha pedido que el proyecto sea mejor que el precedente de la SLD, y ha declarado que trabajarán para que haya ‘un solo proyecto, ya que no tendría sentido que en el Sejm rivalizaran un proyecto de la SLD y otro del RP‘.
La tramitación será sin duda larga y difícil. SLD y RP suman 67 diputados, por lo que necesitarán los votos de otros 164 diputados. Y no hay que olvidar que los sectores católicos siguen siendo muy fuertes en Polonia y pondrán numerosas trabas. Pese a todo, numerosos observadores consideran factible que este Parlamento vote una ley de uniones civiles con el apoyo de una parte de la PO. Sea como sea, en dosmanzanas estaremos pendientes de la evolución del debate.