Acabo de leer Historia de la sociedad de la información (2001) de Armand Mattelart y a pesar de que repite bastantes ideas de libros anteriores, me ha gustado la forma argumentada de incorporar las diferentes contribuciones del pensamiento humano que han dado lugar o servido de base a un aspecto u otro de la denominada Sociedad de la Información. El recorrido histórico del libro me ha recordado a la acumulación de capas que proponía el Modelo OSI y no he podido evitar comparar el nivel físico de un adaptador de red con el ideal ilustrado como fundamento cultural de la sociedad de la información. Otra cosa es que su vigencia y su aplicación práctica cuajaran o no en la sociedad occidental: al fin y al cabo, detrás de los rimbombantes principios de la Ilustración latía una filosofía política irrealista que más tarde la economía política no sólo desmintió, sino que evidenció con argumentos inapelables sus numerosas contradicciones, mentiras interesadas y/o ingenuidades. Aun así, a pesar del fracaso intelectual y social, la utopía ilustrada fue el combustible que alimentó la Revolución Francesa, que consiguió desbancar al feudalismo como sistema social y dar un primer aviso a la aristocracia. Tampoco olvidemos que proporcionó un programa político (al menos un ideal compartido) que, a pesar de no haberse llegado a concretar en la práctica tal y como se formuló, permitió alcanzar unos hitos intermedios que se han convertido --hasta hoy-- en principios fundamentales intocables y completamente vigentes en Occidente. ¿Cómo se come eso?
Así que aquí van, dispuestas de abajo arriba, y siguiendo la distribución en capas del Modelo OSI, las capas que compondrían --en forma de movimientos, tendencias y teorías-- un hipotético modelo histórico de la Sociedad de la Información:
1. Siglos XVII-XVIII: La matemática como modelo de razonamiento útila) Bacon: La ciencia empírica, la recogida de datos y la clasificación como actividades científicas sustitutivasb) Leibniz/Newton/Boole: El algoritmo como teoría y como notación lógico-matemáticac) Pascal/Huyghens: La estadística, la orientación de preferencias en caso de incertidumbred) Le Prestre: ingeniería militar formando estructuras reticulares
2. La ciencia como herramienta de gestión científica de la industrializacióna) Saint-Simon: La sociedad jerarquizada como una empresa; la división del trabajo material y espiritualb) Babbage: La división del trabajo mental. Primer esbozo teórico de una máquina de calcular. La información como mercancía clave para la gestión económicad) Taylor/Ford: Contabilización y descomposición de tiempos y tareas en la fábrica
3. El nacimiento de las máquinas informáticasa) Turing: Demostración matemática de la posibilidad de existencia de pensamiento en las máquinasb) Wiener: Informática aplicada a la guerra, a la sociología y a la Guerra Fríac) Shannon: Teoría matemática de la comunicación centrada básicamente en el canal; renuncia al significado, a la construcción, a la enunciación y a los intereses de los agentesd) Machlup: Establecimiento del binomio información/conocimiento y su aplicación sistemática al estudio de la producción
4. Los discursos de la sociedad de la Informacióna) Bell/Von Hayek: El fin de las ideologias, la tecnología descentralizadora y liberadora. La sociedad de masas (todavía no de individuos) sin disensos amenazantes ni tensiones estructuralesb) Nacimiento de la comunidad de los expertos solapada parcialmente a la de los científicos. Catálogo de teorías aplicadas a la información, de los juegos, de la comunicación; toma de decisiones...c) Auge imparable del pensamiento previsional (herramientas, consultores, textos, asesores) aplicado a la cadena de valorización de la información como mercancíad) Toffler: La democracia interactiva y el tecnocomunitarismoe) Brzezinski: La diplomacia en red (el caso Wikileaks como culminación de esta tendencia)f) Lyotard: La sociedad posmoderna marcada por la pérdida de fe en los relatos fundacionales de la sociedad centralizada y emancipada
5. El diseño público de la sociedad de la informacióna) El modelo japonés: Sustitución de la educación presencial por la telemáticab) El modelo francés: Acumulación y clasificación digital de todo el saber francófonoc) El modelo estadounidense: Desregulación de las comunicaciones en el contexto de un mercado competitivod) La utopía/falacia de Gore sobre la mejora de la calidad de la democraciae) El conflicto por la integración de la información como mercancía en el mercado mundial. El debate sobre el precio de la información: derechos de autor y monopolios industriales
6. El mito de un capitalismo sin friccionesa) El liberalismo como modelo de gestión único y sin (aparente) contenido ideológicob) La utopía/falacia de Gates y su capitalismo sin intermediariosc) La empresa como depositaria de iniciativa y rendimiento. Tendencia a difuminar los componentes físicos de toda actividad mercantil. La utopía/falacia del mercado ideal que garantiza la igualdad de acceso y oportunidadesd) La gestión empresarial como versión mejorada de la actividad políticae) Las resistencias desestructuradas a la globalización realmente existente: Priorización de la acción por encima de la reflexión teórica
Dispuestos así, los diferentes elementos revelan la acumulación de teorías y proyectos --exitosos o fracasados-- que hay tras una etiqueta vaciada de contenido por tecnócratas y gurús. Un modelo que, de paso, revela una impensable/remota conexión entre la ciencia empírica baconiana y los movimientos antiglobalización. También revela cómo unas utopías universalistas han acabado sustituidas por una ideología que afirma no serlo y que explica las realidades sociales, políticas y económicas recurriendo a un criterio de elección racional/empresarial.
La Sociedad de la Información es hoy un proyecto parcialmente arruinado: se ha quedado estancado en la capa 6, tratando de ocultar o minimizar los errores de las capas inferiores por temor a que la perspectiva histórica revele los intereses de un diseño básicamente económico que sin embargo se empeña en presentarse como universal e igualitario. Echo de menos una séptima capa en la que se admita de una vez por todas que la tecnología no modificará ni solucionará la naturaleza de las relaciones y las tensiones sociales. No será necesaria tanta fanfarria milenarista: bastará con vislumbrar el surgimiento de nuevos canales de relación no oficiales, no estructurados y no previstos. Los tecnócratas que inventen, que ya vendrá el usuario/consumidor y se encargará de encontrar un uso compatible con su lógica de la supervivencia.