Los investigadores pudieron identificar dos quinasas, HIPK1 y MINK1, que no tenían un papel previamente conocido en el lupus. Cuando estas enzimas están dirigidos en T helper foliculares células, inhiben la producción de interleucina-21, una citocina implicada en la regulación de la producción de anticuerpos.
El equipo espera desarrollar modelos en ratones transgénicos HIPK1 para estudiar la susceptibilidad al lupus experimental, así como el impacto potencial de HIPK1 en la inmunidad antiviral. Los hallazgos fueron publicados en línea en Nature Communications.