TEXTO: RAFA ROMÁN
¿Te has dado cuenta, que en algunas ocasiones de tu vida, ha existido un momento de euforia, alegría y sensación en la que podías hacer cualquier cosa? ¿Has sentido alguna vez esa sensación de estar rebosante de salud, y tener una vida plena y llena de vigor? Ese es el momento, esa es la sensación que siempre deberíamos sentir y esa sensación se puede alargar en el tiempo. ¡Ese es el estado natural del ser humano! En esa “zona”, en ese estado, es cuando todas nuestras reacciones químicas internas han estado funcionando al 100%. ¡Y esto, puede volver a ocurrir si tú quieres! La terapia Ortomolecular o medicina Ortomolecular es una forma de nutrición específica cuyo objetivo principal es equilibrar la bioquímica del organismo mediante una nutrición individualizada con nutrientes naturales específicos. Digamos, que es la puesta a punto de un organismo “oxidado” mediante alimentación específica para el individuo que la solicita.
En la Terapia y nutrición ortomolecular no hay una alimentación igual para todo el mundo, sino una especificidad adaptada a cada persona, según su situación especial y circunstancia. Y es que cada uno de nosotros, nacemos con una bioquímica interna determinada, con unas predisposiciones genéticas que pueden dar a su desarrollo o no, según queramos ir en una dirección (salud) u otra (enfermedad). La nutrición y terapia Ortomolecular viene de la mano de doctores como Abran Hoffer, A. Passwater, Michael Murray, Joseph E. Pizzorno, Linus Pauling, Catherine Kousmine, J. Fradrin, Jean Seignalet, o uno de mis profesores, Claude Lagarde, entre otros. Doctores que consideran que la dieta, es la causante de muchos trastornos funcionales de nuestro organismo. Así, determinados alimentos pueden funcionar como verdaderas drogas a nuestro organismo; alcohol, azúcar y elementos extraños como los metales pesados, que pueden alterar la salud y el comportamiento humano, reaccionando negativamente en nuestro sistema nervioso.
El propio Abran Hoffer escribía en sus obras que las enfermedades diagnosticadas como mentales (depresión, síndrome del estrés, esquizofrenia, etc.), así como las enfermedades de nuestra civilización (síndrome premenstrual, fatiga crónica, fibromialgia, etc.) tienen una relación real con los contaminantes medioambientales o la exposición a sustancias toxicas diarias. Por otro lado la terapia Ortomolecular se enfoca muchísimo en la forma en la que administramos los nutrientes y la forma en que son absorbidos por nuestro organismo a nivel celular, según Hoffer, la deficiencia nutricional es un factor clave en la salud, casi todos los desequilibrios bioquímicos tienen una relación estrecha con los comportamientos mentales, nutrientes tan importantes como el zinc, magnesio, B1, B3, B6 o vitamina C, son determinantes en la salud emocional y mental y por ende en la salud general. La búsqueda de la salud óptima ha de ser un desafío continuo y de por vida, por lo que una terapia Ortomolecular no se debe quedar en una primera fase, sino que hay que ir restaurándola según los desafíos y situaciones especiales en nuestra vida.
Situaciones especiales, en las que necesitamos un aporte óptimo de nutrientes:
-El estrés.
-La tensión emocional.
-Los contaminantes ambientales y corporales.
-La frecuencia electromagnética.
-Las cloraciones del agua con aditivos químicos,
-Los propios edulcorantes, acidificantes, espesantes o aceleradores del sabor que están en nuestros alimentos diarios.
-La acidificación corporal por falta de oxigeno.
-Las dietas híperprotéicas y cargadas de grasas hidrogenadas inflamatorias.